En la discusión también estuvo implicado el marido de ésta. La víctima se hirió en el brazo y necesitó sutura.
El Juzgado de lo Penal 1 celebró ayer el juicio contra un portero de un pub ubicado en el Puerto Deportivo Noray quien protagonizó una discusión con un matrimonio hace cuatro años. La víctima y denunciante es la mujer que recibió, según su declaración, un empujón que motivó su caída contra la puerta del local de ocio provocándole una herida en el brazo que necesitó varios puntos de sutura. Sostuvo, durante su comparecencia, que intervino en un malentendido entre su marido y el portero del pub, quien le impidió la entrada al local.
El acusado negó haber agredido a la mujer y explicó que, efectivamente, negó la entrada del hombre al interior del local al percatarse de que éste se encontraba en estado de embriaguez.
El procesado aseguró ante la juez que únicamente retiró del lugar al marido y dijo creer que en esa acción fue el propio marido el que provocó la caída de la mujer.
La víctima explicó que al caer contra una de las puertas del local se golpeó contra “una barra”, al parecer de hierro. Se trata, según se concluye de las declaraciones de los implicados, del sistema antibloqueo que tienen las puertas de este local. Este elemento pudo ser la causa de la herida que la mujer sufrió.
La actuación de la Guardia Civil
Entre los testigos citados ayer se encontraban los guardias civiles que atendieron a la joven herida y al marido y recogieron su denuncia por lesiones.
Uno de los agentes explicó que al llegar a la entrada del Puerto Noray encontraron a la víctima con una herida en el brazo que “sangraba abundantemente”. Por ello, llamaron a una ambulancia para que atendiera a la mujer, mientras que otro agente se dirigieron al local donde se había producido el altercado.
Allí se entrevistaron con el portero y le invitaron a que, cuando terminara su turno de trabajo, acudiera a la Comandancia a prestar declaración, pues las víctimas habían interpuesto una denuncia en contra de él.
El Ministerio Fiscal y la acusación particular solicitaron a la juez una sentencia condenatoria, mientras que el abogado defensor insistió en la absolución de su cliente. No obstante, el letrado defensor precisó a la juez que, en caso de dictar una sentencia de culpabilidad, contemplara el atenuante de “dilaciones indebidas muy cualificadas”, dado que desde que sucedieron los hechos (en abril de 2011) han pasado cuatro años.