l Los voluntarios afirman que les hace felices colaborar con otras personas
Es la primera vez que está colaborando con Cruz Roja en la OPE y esta experiencia le está enseñando a diario a ser mejor persona y un excelente profesional sanitario. Enrique Crespillo es uno de los voluntarios de esta entidad.
Entró en Cruz Roja hace tres meses. Había terminado el graduado de Enfermería y un amigo le había comentado que colaborando con esta institución iba a aprender mil cosas sobre la atención sanitaria y el trato con los ciudadanos que están en apuros. Y ha sido así. Durante el tiempo que ha estado en la ambulancia de asistencia médica ha puesto en práctica las lecciones que aprendió en la carrera y ahora que está asesorando a los viajeros de la OPE, está incorporando todas esas herramientas de comunicación que debe utilizar para calmar a los que están muy nerviosos y para echar una mano a los que se sienten totalmente desorientados.
Crespillo reconoce que desconocía en qué consistía la OPE. Todo el mundo tiene una idea de lo que es, apuntó, pero no saben las historias que hay detrás de cada uno de los pasajeros que está sentado en los bancos de la zona de espera o que prefiere tumbarse en las aceras exteriores de la Estación Marítima para vigilar que nadie robe su vehículo.
Este voluntario recuerda la historia de un señor que viajó en coche desde su pueblo que está a 600 kilómetros de Nador. Hizo el camino con varios días de antelación para no perder el barco porque sabía que podía haber retenciones en la frontera marroquí y que luego podía necesitar hacer varios trámites para salir de Melilla a la península. Asevera que echar una mano a este señor y otras personas que necesitan de apoyo emocional le está enganchando. “Me hace mejor persona”, asevera.
Los requisitos de un voluntario
El 80% de las personas que atiende Cruz Roja en la OPE no hablan castellano. Sin embargo, no es imprescindible saber árabe, francés o inglés para trabajar con esta entidad como voluntario. El coordinador de Cruz Roja de la OPE, Himad Mohamed Mimon, explicó a El Faro que lo importante es ser una persona tranquila y tener mucha empatía. Afirmó que hay que ponerse en la piel de la persona a la que se atiende para poder ayudarla al 100%.
Los voluntarios de Cruz Roja realizan cursos de habilidades sociales porque es de vital importancia que mantengan la calma ante situaciones estresantes para echar una mano y tranquilizar a quien necesita esta ayuda.
Nebil Ghrijou es uno de los voluntarios de Cruz Roja que se encargan de realizar las atenciones sociales en la OPE. Tiene tan sólo 18 años, pero es el tercer año que está en este programa de atención social. Recuerda el primer año con Cruz Roja en la Estación Marítima con cariño. No tenía mucha experiencia y se le notaban los nervios. Otros voluntarios más antiguos le enseñaban cómo estar en calma para trasmitir esa paz a los pasajeros. Entre las intervenciones más llamativas de este año ha sido la asistencia de una persona que se cayó en las escaleras de la Estación Marítima. Hubo un gran jaleo alrededor del accidente, pero no necesitó ir a ningún centro médico. Ghrijou aseguró que siempre que ayuda a una persona, ya sea llevando una silla de ruedas o echándole una mano para comprar un billete, se va a casa feliz.