Los monitores del Campus recibirán una compensación de 2.000 euros por seis meses de trabajo.
Melilla recupera este curso el Plan de Apoyo Escolar (PAE). Se trata de un proyecto en el que los alumnos de Magisterio de la UGR se convierten en monitores y dan ‘clases particulares’ a grupos de escolares de Primaria y Secundaria para ayudarles a mejorar en sus notas. Un total de 33 estudiantes del Campus se ha sumado este año al plan de refuerzo educativo. Además, recibirán una gratificación por este trabajo, 2.000 euros en seis meses por impartir clases durante una hora y cuarto de lunes a jueves y asistir el viernes a una reunión con sus coordinadores. A través de estos monitores, unos 350 escolares de segundo a sexto de Primaria y de la ESO recibirán el empujón que necesitan en sus estudios para superar las asignaturas en las que tienen más dificultades, como son Matemáticas, Lengua o Inglés. Así lo aseguró ayer el director provincial de Educación, José Manuel Calzado, en la presentación de este programa.
Calzado destacó que el pasado año no se pudo llevar a cabo el Plan de Apoyo Escolar por problemas administrativos y burocráticos. Pero aseguró que el Ministerio de Educación estaba muy interesado, así como la UGR, en recuperar este programa porque beneficia tanto a los escolares que reciben el refuerzo como a los alumnos del Campus.
Un total de doce centros, ocho de Primaria, dos institutos y dos colegios concertados, contará con estos monitores para impartir sus clases de apoyo. Cada uno de ellos ha presentado al Ministerio su propio proyecto, por lo que Calzado resaltó que no es una medida impuesta ni es la Administración la que decide el trabajo de los monitores, sino los propios centros. Las clases estarán formadas por entre cinco y diez escolares.
Los mejores alumnos
Carmen Enrique, la decana de la Facultad de Educación del Campus de Melilla, explicó que son exigentes a la hora de seleccionar a sus alumnos que son monitores de este proyecto. El primer requisito es que hayan superado el segundo curso y que tengan muy buenas notas en la carrera. Además, destacó que se valora que el estudiante tenga cursos sobre los temas que se van a impartir en las clases de apoyo, así como si ha sido monitor en años anteriores.
La decana resalta que la experiencia es tan buena para sus alumnos que cuando realizan la parte práctica de la carrera solicitan los centros en los que ya impartieron clases de apoyo. Afirma que se llega a crear un vínculo muy especial entre los estudiantes de Magisterio y los escolares, ya que les dan consejos sobre cómo rentabilizar su tiempo de estudio, de qué forma pueden organizar sus tareas y les echan una mano para comprender mejor la asignatura.
Además, este año algunos centros han pedido refuerzo en inglés, con lo que se ha seleccionado a alumnos de Magisterio con un nivel medio o alto de este idioma, para que puedan impartir estas clases de apoyo.
Los escolares del 4
Por otro lado, Calzado explicó que los escolares que van a recibir refuerzo escolar son alumnos que están teniendo problemas para aprobar algunas asignaturas. Se quedan en el 3 o 4 y no consiguen llegar al 5, señala. De ahí, que necesiten que una persona les eche una mano para organizarse mejor con los estudios.
Son los profesores de los centros los que decidirán, junto a las familias, qué alumnos participan el Plan de Apoyo Escolar. El director provincial de Educación resaltó que si un escolar falta a las clases o no consigue mejorar sus notas porque no quiere esforzarse, saldrá del programa para dar la oportunidad a otro que sí tenga interés en mejorar sus calificaciones. En Semana Santa harán una evolución de los progresos y de los comportamientos de los menores para analizar cómo se están desarrollando las ‘clases particulares’ y si son necesarios algunos cambios.
Calzado aseguró que hace dos años se consiguió que el 70% de los escolares que forman parte del Plan de Apoyo Educativo aprobara todas sus asignaturas. Por ello, el reto de este año es volver a alcanzar este porcentaje y superarlo.
Por último, el director provincial de Educación indicó que Melilla contará con 119.000 euros para desarrollar este programa, un presupuesto que se invertirá en los centros y en los monitores.