M ELILLA se sumó el pasado sábado al Día de las Fuerzas Armadas y lo hizo con un claro reconocimiento al trabajo hecho, visualizado aún más durante la crisis migratoria que presiona a las Ciudades Autónomas. Aunque oficialmente se haya aprovechado este sábado para que, con todos los honores, se significara la labor del Ejército; antes se ha reconocido desde todos los ámbitos el papel desempeñado por quienes han estado en primera línea haciendo frente a una situación complicada, histórica y caótica. Sus hombres y mujeres, quienes forman la gran familia castrense, siempre están dispuestos a su implicación en todas las situaciones extremas producidas en la ciudad, para colaborar en atajar y controlar cualquier desastre que pueda producirse.
Melilla lleva a gala compartir ese hermanamiento diario entre la sociedad civil y militar, pocos territorios de España saben conjugar esa simbiosis perfecta que del amor, respeto y reconocimiento a nuestras Fuerzas Armadas. No es necesario celebrar un día específico para reconocer su labor porque a diario se escenifica en los muchos momentos compartidos. Esta ciudad no puede entenderse sin las Fuerzas Armadas, las que han demostrado que siempre están ahí para responder a la llamada de auxilio desde cualquier frente. Son, sin duda, el claro reflejo de los auténticos valores de un Ejército. El orgullo de España y el orgullo, en especial, de esta tierra.