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Pequeños y mayores sucumbieron a la magia de Sus Majestades de Oriente en cuanto aparecieron por la puerta del Foso del Hornabeque y llegaron a la Plaza de las Culturas, que estaba abarrotada de melillenses que los esperaban muy emocionados
La espera valió la pena. Centenares de melillenses acudieron ayer al recibimiento de los Reyes Magos en la Plaza de las Culturas. Emoción, nervios y alegría fueron los sentimientos que compartieron grandes y pequeños, sobre todo estos últimos que gritaban ilusionados los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, al ver que realmente habían llegado a Melilla desde muy lejos, desde Oriente, para hacer realidad sus sueños y traerles los regalos deseados.
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el viceconsejero de Festejos, Paco Díaz, recibieron a sus majestades en la entrada del Foso del Hornabeque, tras ver un vídeo en el que se explicó la historia y los orígenes de los Reyes Magos y su llegada al Belén instalado en Melilla La Vieja. Al finalizar esta proyección, las autoridades civiles acompañaron a los magos en el paseo en el que saludaron a todos los melillenses que se concentraron en la plaza.
Niños y niñas, que lucían sus mejores galas, se peleaban por estar en primera fila y poder tocar a los Reyes Magos, que se mostraron muy amables y se acercaron a ambos lados del camino para dar la mano, saludar y besar a los auténticos reyes de la casa, que acudieron acompañados de sus padres y otros familiares y amigos.
Al finalizar este paseo por la concurrida plaza, los Reyes de Oriente pusieron rumbo al Hospital Comarcal, para hacer una visita a los enfermos.