El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, anunció ayer que se ha registrado un descenso en el número de menores que se encuentra atendido en el Centro de la Purísima. Según los datos facilitados por el responsable del área, en estos momentos son 640 los menores extranjeros no acompañados que residen en la instalación dependiente de la Ciudad Autónoma.
Se trata de una bajada del número de niños respecto a otras épocas donde se ha rozado el millar de internos, lo que sin duda beneficia al cuidado que reciben.
La caída de la cifra se debe principalmente al ‘blindaje’ que se ha llevado a cabo en el puerto de nuestra ciudad. La instalación de concertinas y el trabajo de la Guardia Civil con la instauración de varios perímetros de seguridad hacen más difícil acceder al reciento.
Las dificultades ante las que se encuentran ahora los menores a la hora de poder colarse como polizones en algún barco que zarpe hacía la península, hace menos atractivo para estos jóvenes venir a Melilla.
Además, aquellos que lo hacen no deambulan por las calles en busca de una oportunidad para entrar en uno de los navíos, si no que directamente se dirigen al centro de acogida.
Se trata de un excelente noticia que tengamos un menor número de menores en situación de vulnerabilidad.