El presidente del Puerto, Miguel Marín, anunció ayer que blindará los Muelles Ribera I y Ribera II de posibles intrusiones. La Autoridad portuaria se ha marcado el firme propósito de que el Puerto de Melilla no sea un lugar accesible para aquellos extranjeros ilegales que intentan colarse para abordar un barco y llegar a la península.
Los gestores del Puerto han detectado que tras las obras de refuerzo de la seguridad en el paseo del espaldón, los intentos de entrada se han concentrado en nuevas zonas, por lo que se colocará una concertina en una valla ya existente y se emplazará otra verja, de cuatro metros, coronada también con cuchillas.
Por el momento, las concertinas se han mostrado como la solución más fiable para evitar las intrusiones. Desde la reforma del paseo del espaldón se ha reducido en un 37 por ciento el número de entradas, los datos demuestran que la medida ha tenido un efecto positivo y que ahora el Puerto es más seguro que antes.
Mientras no encontremos una manera más efectiva de disuadir a los inmigrantes, no queda más remedio que emplear este tipo de dispositivos. Debe primar la seguridad de Melilla. Además, no dañan a nadie que no esté cometiendo una ilegalidad.