La consejera de Cultura, , Fadela Mohatar, anunció ayer que el proyecto para la remodelación del barrio del El Rastro abarcará también al Barrio Judío y el de San Francisco de Asís.
Estas dos localizaciones van a ser declaras como entornos de especial protección de la ciudad, y se amplía el catálogo de edificios de Bien de Interés Cultural.
La revitalización de esta zona de la ciudad es un proyecto ambicioso, que cambiará la morfología del lugar pero que al mismo tiempo busca, no solo proteger, si no potenciar su naturaleza.
La restauración que se acometerá de diversos edificios y monumentos emblemáticos y la reordenación del comercio servirán de atractivo tanto para melillenses como para foráneos.
Además, la Ciudad Autónoma busca la complicidad de vecinos y comerciantes, abriéndose a las propuestas de estos y promoviendo su implicación en un proyecto que beneficiará a los residentes de la zona.
Se trata de una de las zonas más emblemáticas, el primer barrio extramuros de la ciudad, y la recuperación de su historia no solo es una obligación política si no que también identitaria.