La denunciante tuvo un ataque de ansiedad después de que él la insultara y amenazara.
Un motorista que fue golpeado por un vehículo acabó denunciado por la conductora del coche y fue llevado ayer ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Melilla.
Los hechos sucedieron el pasado 3 de diciembre cerca de la frontera de Beni Enzar, en la calle General Villalba.
La fiscal preguntó a la denunciante, N. A., sobre las circunstancias del accidente que tuvo con el motorista. La mujer respondió: “Bajé a verlo y él me dijo gorda, fea, hija de puta, me cago en tus muertos, te voy a matar”.
N. A. indicó que en ese momento estaba “embarazada de ocho meses”. Tras el incidente, recordó que la tuvieron que llevar “a Urgencias”, al haber padecido “una crisis de ansiedad” con motivo del incidente. “La tensión me subió a 18”, afirmó la denunciante.
El acusado, F. M., fue el siguiente en prestar declaración. Aunque admitió que llamó “gorda” e “hija de puta” a N. A., negó que hubiera proferido amenazas contra ella.
F. M. afirmó que sus insultos s debieron a que, tras el golpe, le “dolía la mano”, así como a la reacción de la conductora del vehículo tras el choque. El acusado subrayó que, al salir la conductora del vehículo, ésta no sólo no se preocupó por él, sino que además le reprochó que le había “roto el coche entero”.
Petición de disculpas
El denunciado aseguró que en el hospital, donde ambos fueron trasladados tras el accidente, le pidió disculpas a la mujer “delante de su pareja”, algo que N. A. niega.
La fiscal citó a dos testigos de la Policía Nacional que presenciaron los hechos. El primero de ellos indicó que el accidente se produjo porque la conductora “no respetó la línea continua” y golpeó a la moto que se encontraba en el carril de al lado.
El agente no pudo confirmar los insultos, pues señaló que la mayor parte de lo que se dijo allí “no se habló en castellano”.
El otro policía tampoco escuchó “insultos ni amenazas” puesto que había permanecido “regulando el tráfico” a algo más de 50 metros del lugar.
El Ministerio Fiscal calificó los hechos de “delito leve de lesiones”, lo que justificó en que la denunciante “sufrió una crisis de ansiedad” y “una subida de la tensión” como consecuencia de los insultos que F. M. dirigió a la conductora del coche. Asimismo, subrayó que la mujer estaba embarazada de ocho meses, aunque la propia N. A. apuntó que dio a luz sin problemas.
La acusación pública pidió una pena de multa de un mes, que le supondrá un pago de 180 euros.