Un juez marroquí decidió conceder el divorcio a una mujer a espaldas de su marido, un emigrante que vive en Italia, para luego casarse con ella.
Los hechos ocurrieron en 2005 en Safi, al sur de Rabat, cuando el juez concedió el divorcio a la mujer y se casó con ella tres días después. El ex marido descubrió que había sido separado judicialmente de su mujer pasados 10 años. Ella cobró una manutención de su ex de 1.800 euros todo ese tiempo.