Un joven de iniciales M.A.M. acusado de un delito de daños por romper los retrovisores de varios vehículos estacionados en las inmediaciones del polígono SEPES afirma que las víctimas, los propietarios de los coches dañados, le quieren inculpar porque no había más personas en la calle en esos momentos.
Además, aseguró ante la juez, durante el juicio que se celebró en el Juzgado de lo Penal 2, que en la madrugada del 28 de octubre de 2013 estaba ebrio. “Estaba borracho y de repente se me echaron encima”, explicó el procesado sobre cómo se produjo su detención.
Uno de los policías que participó en el arresto explicó que al llegar al lugar vieron que dos ciudadanos perseguían a una, el acusado, en una calle del barrio de El Real. Estas dos personas indicaron a los agentes que el joven al que tenían retenido había golpeado varios vehículos, rompiendo los retrovisores de éstos. Los policías comprobaron que efectivamente había varios coches con desperfectos y detuvieron a M.A.M.
El caso quedó visto para sentencia, tras la petición de la Fiscalía de un fallo condenatoria y de la solicitud del abogado defensor de la absolución de su cliente.