Díaz lamenta que ni el Gobierno local ni el central trabajen para solucionar los problemas de Melilla
UGT celebró ayer, un año más, el día del trabajo reivindicando al Gobierno medidas que permitan a los trabajadores salir de la crisis y criticando la forma de actuar del Ejecutivo en los últimos años. Pasadas las 12 de la mañana en la plaza que hay en la entrada del edificio de los sindicatos, en torno a medio centenar de personas esperaba para escuchar el discurso del secretario general de los ugetistas, Alonso Díaz. Díaz recordó que precisamente ayer se cumplía el 125 aniversario de que en España se celebrara por primera vez el Día del Trabajo.
Díaz aseguró que las políticas aplicadas en nuestro país sólo han alimentado una recesión con efectos devastadores para el empleo, la cohesión social y la calidad de vida. El ugetista lamentó que la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno viniera aparejada de recortes, reducción de la protección social y desmantelamiento de lo público, así como una erosión de los derechos de los trabajadores a consecuencia de la reforma laboral. Recalcó que lo único que se ha logrado con estas medidas ha sido el aumento del paro y de la precariedad laboral.
El líder de los ugetistas locales indicó que una prueba de esto es el hecho de que en nuestra ciudad haya casi 13.000 parados, algo que considera que debería “abochornar” al Gobierno local. “Los jóvenes no tienen expectativa alguna de encontrar un empleo y su única esperanza es irse de Melilla”, lamentó.
Díaz señaló que la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social de la ciudad está doce puntos por encima de la media nacional y dijo que actualmente el 22% de los melillenses vive bajo el umbral de la pobreza.
El ugetista consideró que es necesario que la negociación colectiva recupere el pulso de la ciudad y denunció que algunas patronales entiendan por negociación “bajar salarios y eliminar derechos”. “Con esos planteamientos es muy difícil avanzar”. Asimismo, criticó que en muchos casos los representantes de los empresarios no responden a los llamamientos de los trabajadores y les aconsejó que reflexionen sobre el hecho de que sin un marco de regulación laboral adecuado esta ciudad está condenada a convertirse en una ciudad tercermundista “donde las leyes laborales no se aplican y los acuerdos se incumplen”. En este punto, Díaz señaló que en Melilla hay dos empresas, FCC y Eulen, que siguen sin pagar a los trabajadores la parte correspondiente de la bonificación a la Seguridad Social, incumpliendo así un acuerdo firmado entre sindicatos y patronal.
El ugetista indicó que ahora es el momento de aprovechar la nueva etapa de crecimiento económico para lograr mejorar la situación de los trabajadores. No obstante, Díaz dejó claro que no se habrá salido realmente de la crisis hasta que los empleados perciban como propia la supuesta mejora que se ha producido y puedan volver a tener capacidad de compra y ahorro.
Elecciones, clave para el futuro
El secretario general de la UGT apuntó al horizonte de las próximas elecciones municipales y dijo que el Gobierno que salga elegido en nuestra ciudad tendrá una “enorme labor” que desempeñar para reconducir la situación que se vive actualmente en Melilla. Díaz apuntó que habrá que adoptar medidas concretas como la creación de empleo estable y de calidad, una apuesta por un cambio de modelo socioeconómico que permita alcanzar un crecimiento sostenible, un reparto más equilibrado de la riqueza, medidas para reducir la tasa de pobreza y una apuesta decidida por el diálogo social. “El Gobierno local no ha dado ni un solo paso en esa dirección en los últimos 15 años, lamentó Díaz.
El ugetista insistió en que el próximo 24 de mayo será clave para que los melillenses consigan con su voto buscar la ciudad que quieren en la que se reduzcan las desigualdades y se recuperen derechos sociales. “Busquemos programas electorales reales, posibles, que no creen falsas esperanzas en los más necesitados. Seamos conscientes de la importancia que tiene cada voto depositado en las urnas y busquemos la máxima utilidad de estos votos”, apostilló.
El líder de UGT en Melilla consideró que para cualquier Gobierno las personas tienen que ser lo más importante, aunque en la mayoría de las ocasiones ésta no sea la realidad que viven los ciudadanos.
Díaz aprovechó su discurso, también, para criticar la “ley mordaza” que a su juicio quiere impedir a los ciudadanos que se manifiesten y luchen por una sociedad mejor. Asimismo, también quiso mostrar su solidaridad con el pueblo de Nepal afectado por el terremoto.