Lamenta la decisión de retirar a unos policías de Melilla por un acto fuera de servicio y sin que se haya pronunciado la Justicia.
La Unión Federal de Policía (UFP) se queja de que la Dirección General de Policía Nacional haya decidido retirar de Melilla a unos agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que se vieron envueltos en una serie de agresiones cuando estaban fuera de servicio. El sindicato considera que se ha determinado pedir a estos efectivos que “vuelvan a base”, es decir, que se vayan de la ciudad, sin esperar que la Justicia se pronuncie y sin que ellos fueran los causantes de un altercado en el Puerto Noray en el que se vieron implicados.
Según relatan desde la organización, un grupo de policías estaba en su tiempo libre en el Puerto Noray, concretamente en la Sala Manhattan. Allí, dos individuos empezaron a “incordiar a uno de ellos, llegando a empujarles e incluso a hacer ademán de agredirles con un cuchillo”. La UFP dice que los UIP no sabían a qué se debía dicha actitud.
Ante estos hechos, el policías fuera de servicio intentaron alejarse de estas personas, que empezaron a empujarles e incluso llegaron a “lanzarles varios puñetazos, los cuales esquivaron para intentar zafarse de los individuos”.
Vista esta situación, “numerosas personas que se encontraban en el lugar se unieron a estos individuos, intentando agredir a los policías”. Otros compañeros que estaban en la discoteca, según el sindicato, acudieron a apoyar a estos agentes.
“Agresiones continuas”
La UFP asegura que los efectivos de la UIP terminaron con heridas en la cabeza y en la ceja. Éstas se deben a las “agresiones continuas” que dice la organización que sufrieron los policías “durante un tiempo”, incluso con “objetos contundentes”. Los efectivos fuera de servicio fueron “arrastrados hacia el exterior del local” y, una vez en fuera, “las agresiones se volvieron aún más violentas”.
De hecho, el sindicato asegura que llegaron a ser entre 40 ó 50 las personas que se pusieron en contra de los policías. Comentan, además, que precisamente por ser agentes de la autoridad comenzó el altercado.
Policía Local y Benemérita
La UFP relata que ya estando en el exterior del pub fue cuando llegaron dos patrullas, una de la Policía Local y otra de la Guardia Civil. Estos medios fueron “insuficientes e incapaces” de controlar la situación. Tampoco pudieron identificar a los supuestos agresores.
Una vez que los agentes del Cuerpo local y de la Benemérita lograron calmar los ánimos, los policías presentaron una denuncia por este hecho. La organización se queja, en este punto, de que la Dirección General de la Policía Nacional no haya esperado la decisión de la Justicia.
“No es de recibo que estos funcionarios sean castigados antes de que se pronuncie la autoridad judicial”, dicen desde el sindicato, y añaden que los agentes que se vieron envueltos en este sucesos sufren una “doble victimización”, puesto que fueron agredidos y ahora tienen que irse de la ciudad por este hecho.
“Los compañeros devueltos lo único que querían es seguir desempeñando su labor con el grupo, sin coger ninguna baja y con total normalidad”, aseguran desde la UFP. Además, resaltan que cuentan con un parte médico que indica que pueden incorporarse a su puesto de trabajo “sin ningún problema” y dicen que su ausencia no viene bien al Cuerpo.
“Dos policías menos son un perjurio para el servicio”
Más allá del hecho de que la UFP considere que se está “castigando” a los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que se vieron envueltos en una pelea que, según el sindicato, no provocaron, la organización destaca lo mal que viene para la plantilla de Melilla contar con dos efectivos menos.
De hecho, los integrantes de la UIP desarrollan sus funciones en la frontera, donde “día a día se producen grandísimas aglomeraciones de personas”.
Además, considera que se usa a estos agentes para desarrollar labores que no corresponden a este Cuerpo, como dicen que es “el control de mercancías atípicas que salen de nuestro territorio hacia Marruecos”. Además, se quejan de que las condiciones de trabajo de estos policías “no son las adecuadas”.