El Gobierno local lleva varios meses intentando mejorar la cara de la ciudad en lo que a la limpieza se refiere. Cada día prácticamente los medios de comunicación reciben información al respecto por parte de la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza sobre limpiezas de choque, baldeos y adecentamientos en general en los barrios y playas de Melilla. La limpieza ha llegado hasta barrios tradicionalmente más abandonados, como la Cañada de Hidum, que está ahora más limpia, incluso callejones de difícil accesibilidad. También los secarrales están siendo cuidados por los técnicos con todos los medios de que disponen.
Es verdad que la ciudad continúa sucia, pero no será porque el departamento que dirige Daniel Ventura no esté intentando ponerle remedio con todos sus esfuerzos. El consejero culpó de ello recientemente al “incivismo” de “una pequeña parte de la ciudadanía”, hecho que consideró “intolerable”. En efecto, cuando se hacen tantas limpiezas y tan seguidas, si la ciudad sigue sucia algo debe de tener que ver la gente.
La Ciudad Autónoma está haciendo lo que puede. Los servicios de limpieza de Valoriza –la empresa como tal y sus trabajadores- hacen lo que pueden. Sin embargo, todo esto que se está haciendo de nada sirve si luego la gente no toma conciencia de que es necesario mantener las calles limpias, especialmente para evitar problemas de salud –pero también, entre otras razones, para dar mala imagen a los turistas, por ejemplo-, y que es preciso usar los contenedores y las papeleras, que por algo existen, y no tirar la basura de cualquier modo y en cualquier lugar.
La Consejería que dirige Ventura ha tomado nota y está poniendo de su parte todo lo humana y divinamente posible para reducir la suciedad, incluso con brigadas de gente que informa a los ciudadanos sobre la normativa en materia de residuos, reciclajes o puntos limpios. Existe también una página al efecto donde se puede consultar toda esta información como es www.lineaverdemelilla.es.
Incluso Ventura, muy conocido por su participación en las redes sociales, está atendiendo en persona las peticiones que se realizan desde distintos grupos para enviar allí a una brigada de limpieza.
Con esta buena predisposición por parte de la Administración local, en general, y de la Consejería y de Valoriza, en particular, más temprano que tarde Melilla debería de ser una ciudad más limpia. Sólo hace falta un poco de tiempo y un poco de colaboración por parte de todos.