A las 11 de la mañana, no se ven muchos turistas del crucero Vasco da Gama, de la naviera portuguesa Nikon Cruises. También es cierto que, en general, no es que haya una gran multitud en el centro de Melilla a pesar de las actividades que había preparado la asociación Zona Centro.
En la plaza Menéndez Pelayo, dos turistas alemanes –mayoría entre los 400 que han llegado este domingo a la ciudad autónoma- hacen fotos a la iglesia del Sagrado Corazón. Pasa otro turista con una camiseta de Oporto que declina hablar con El Faro. Dos personas más también esquivan a este redactor: “No entiende”.
Otros turistas sí acceden a explicar sus sensaciones en la plaza Héroes de España, donde Gonzalo Carmona está dando un concierto dentro de las actividades organizadas por Zona Centro. Desde Antwerp (Bélgica), Bert asegura que la ciudad está “muy bien”. Dice que “el 99 por ciento” de los turistas que vienen son alemanes. Le gusta apreciar la mezcla de las cuatro culturas melillenses y le choca que la ciudad pertenezca a Europa, porque pensaba que pertenecía a Marruecos. “Quizás en cien años lo sea”, afirma, y no sabemos de dónde extrae esa conclusión. Este hombre parece un poco despistado, teniendo en cuenta que afirma que en el barco había mil turistas.
En comparación con otros cruceros que han llegado a Melilla en otras ocasiones, no se ven demasiados sombreros con la bandera de España. No obstante, el aspecto típicamente germánico delata a la mayoría. Muchos de ellos no hablan castellano ni inglés y preguntan si este redactor habla alemán, lo cual, desafortunadamente, no sucede.
En Héroes de España, encontramos a dos miembros de la tripulación que estaban dando una vuelta por la ciudad. Ivan, un músico de Bielorrusia, y Lila, una acróbata de Hungría, preguntan adónde pueden ir y les sugiero subir a Melilla la Vieja. Agradecen el consejo y dicen que más tarde irán, seguramente.
Allí, otros dos alemanes, Alfred y Mannflora, dicen que nunca habían oído hablar de Melilla salvo por medio de un amigo. “Vino una vez y, cuando volvió a Alemania, nos explicó que era española, y ahora veo que efectivamente lo es”, apunta, no sin dejar claro que, en su país, “nadie” conoce la ciudad. Otras dos alemanas allí sentadas tampoco hablan inglés.
En la plaza de España, un turco de Estambul llamado Sarchar está con su mujer. Cuenta que han comenzado una ruta desde la plaza de toros y están junto al Casino Militar. Se despiden apresuradamente para subirse a un autobús. Son las 11:45 horas y sigue sin verse demasiada gente por la calle.
Ya en la plaza de las Culturas, Matthias y Andrea, alemanes también, consideran que Melilla es “un lugar histórico”. Han visitado el Pueblo y han bajado encantados de lo que han visto.
Sentado en La Flaca, un turista, alemán también, lamenta no hablar inglés. Un camarero del local confirma que no se está notando mucho la llegada de los turistas, al menos en lo que a este local respecta.
Camino de Melilla la Vieja, aparecen otros dos turistas alemanes. Klaus y Ursula están buscando cómo llegar allí y les sugiero que me sigan. De camino, ella afirma estar verdaderamente “impresionada” con la ciudad, mientras que él va contando cosas sin parar, lo cual se agradece, visto el panorama. Le parecen “interesantes” los edificios modernistas y los relaciona con los que ha visto alguna vez en Barcelona. Reafirma que Melilla “no es muy conocida”, pero asegura que es “una ciudad para ver”. “Un lugar adonde se debería viajar”, dice. Lástima que las tiendas están cerradas, advierte. También lamenta la falta de guías y me pregunta si puedo serlo yo. Incluso me ofrece pagarme por ello. Amablemente, rechazo su oferta y le explico que estoy trabajando. Es muy simpático y, aunque el castellano y el inglés solamente los chapurrea, nos vamos entendiendo durante todo el camino arriba. Me pregunta qué ver en Melilla la Vieja y le sugiero que simplemente vaya caminando y mirando a su alrededor. Después los dejo a los dos en la puerta de las Cuevas del Conventico. Antes de marcharme, eso sí, me preguntan por la mezquita, al templo hindú y la sinagoga y les doy indicaciones de cómo llegar a esos tres sitios.
En la plaza de los Aljibes, están Martina y Andreas, también alemanes. Ella no habla inglés. Con algunas dificultades, él explica que Melilla le parece “muy hermosa y antigua”. Quieren entrar al Museo Etnográfico.
Al bajar, hay otros tres o cuatro turistas en la plaza de las Culturas. En la calle O’Donnell, tres alemanes están viendo el ballet de Merche Hurtado 'Colores'. Son Reinhold, su mujer Ingrid y un amigo llamado Wilfred. Es ya la una de la tarde y, como el barco zarpa a las cuatro, van a intentar comer algo por el centro. Concretamente, buscan cus cus.
Otra vez en la plaza Menéndez Melayo, el propietario de la cafetería Arábica, Ouali, confirma las impresiones recogidas por este periodista: “No se ha notado nada; sólo hemos tenido dos o tres turistas”. A él le han salvado el día sus clientes habituales. Por cierto, tampoco entiende por qué la mayoría de las tiendas estaban cerradas.
Una semana de viaje
El barco salió el sábado de Málaga y, tras la parada en Melilla, ha marchado a las cuatro de la tarde hacia Cartagena, desde donde proseguirá a Valencia, Barcelona, Mallorca y vuelta a Málaga en un total de siete noches.
El programa de actividades de Zona Centro
Como viene siendo habitual en los últimas escalas de cruceros en la ciudad, la asociación Zona Centro ha elaborado un programa de actividades destinadas a los melillenses y a los turistas que se han desarrollado por la mañana en las calles peatonales del centro histórico comercial.
De esta forma, desde primeras horas de la mañana, un amplio porcentaje de los comercios se han mantenido abiertos con una nueva apertura extraordinaria en domingo y la gymkana y talleres para los más pequeños han registrado una gran participación
En esta edición, Zona Centro ha contado en la plaza Heróes de España del artista melillense Gonzalo Carmona, quien ha concitado a un numerosísimo público melillense además de algunos cruceristas que a esa hora paseaban por el centro de la ciudad. Algo parecido ha ocurrido con el Ballet de Merche Hurtado 'Colores' y su actuación en el cruce de calle General O'Donnell con General Chacel a las 12:00 horas.
Zona Centro quiere agradecer a todos los melillenses el inmejorable ambiente concitado este domingo en el centro de la ciudad, además de agradecer a los comercios que han decidido abrir sus puertas el esfuerzo que supone la apertura extraordinaria en un día como hoy.
Se trata de hacer del domingo de crucero un paseo apetecible no sólo para los cruceristas, sino para los melillenses, que edición tras edición están mostrando cada vez más su apoyo a las iniciativas de la asociación de comerciantes y profesionales Zona Centro.
Las actividades realizadas esta mñana forman parte del Plan Estratégico de Dinamización del centro histórico comercial de Melilla financiado por la Consejería de Hacienda, empleo y Comercio.
La mayoría de turistas que viajan en temporada baja son pensionistas desfavorecidos, entonces para que van a abrir las tiendas y los restaurantes.