"Perdí a muchos de mis amigos en el día que se suponía que teníamos que entrar todos". Así cuenta uno de los migrantes que lograron cruzar la valla de Melilla el pasado 24 de junio cómo vivió el salto masivo de la frontera marroquí en el que murieron al menos 23 personas, según los datos oficiales.
En el marco del Día Internacional de las personas migrantes, que se celebra el próximo 18 de diciembre, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha publicado un vídeo en el que cinco hombres que cruzaron la frontera entre Marruecos y España aquel día relatan lo vivido y aseguran que al menos 75 de sus compañeros murieron.
"Algunos de mis amigos más cercanos están muertos, otros están en la cárcel, otros ni siquiera sé dónde están", relata Yahya, un joven sudanés que se encuentra en un centro de atención humanitaria para personas migrantes en situación de vulnerabilidad.
Los entrevistados destacan que sufrieron "mucha violencia" por parte de las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes, y reconocen que los fallecidos perdieron la vida "algunos en territorio español y otros en Marruecos".
Sobre la decisión de cruzar la frontera, uno de ellos explica que la tomaron debido a las amenazas y agresiones de la Policía marroquí, que los hizo abandonar la montaña donde se refugiaban. "Nos dijeron: mañana vendrán las autoridades marroquíes y os harán saber lo que es bueno, será mejor que os marchéis de esta montaña", relata Ammar, otro de los migrantes entrevistados.
Ese mismo día bajaron hasta la valla, donde "hubo un gran enfrentamiento", recuerdan. "Tenían formada una barrera a ambos lados por lo que nos obligaban a desplazarnos a la puerta de entrada", cuenta Ammar, quien concreta que era "un lugar muy pequeño".
Es en este punto donde se produjo la avalancha humana recogida por las imágenes de esa jornada. "Los marroquíes nos lanzaban piedras y nos atacaban con balas de goma", explica Ammar, quien apunta que los agentes españoles también utilizaban pelotas y espray. "La Policía española nos trató con violencia, nos pegaron y nos rociaron con gas", coincide uno de sus compañeros.
Una vez en el lado español, los migrantes señalan que apareció un helicóptero sobre ellos y lanzaron "bombas de aire de sonido" y "polvos". "Te quedas sordo por unos cinco o seis minutos y no podíamos ver", resaltan.
En su relato los cinco coinciden en lo mismo: ese día "no se puede olvidar".
CEAR defiende que estos testimonios muestran las "continuas vulneraciones de derechos y la falta de garantías" que sufren las personas migrantes en su trayecto hacia Europa y pide una "investigación exhaustiva" de lo ocurrido para que haya "justicia, reparación y no repetición".