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Durante este fin de semana, el Cuerpo de Bomberos de Melilla organizó una serie de actividades para dar a conocer el trabajo que llevan a cabo en su día a día. Esta iniciativa forma parte de la conmemoración de San Juan de Dios, su patrón.
El sábado, El Faro asistió a la jornada de puertas abiertas en el parque de Bomberos, a la que acudieron unos 300 niños que conocieron varias de las tareas que llevan a cabo los efectivos de la brigada antiincendios.
Los chavales también tuvieron la oportunidad de saltar obstáculos, serpentear entre conos o reptar bajo cuerdas, lo que les sirvió para conocer parte del entrenamiento que cada bombero lleva a cabo y, además, pasar un rato divertido. La jornada de puertas abiertas supuso todo un éxito.
Pero el plato fuerte de las celebraciones por el patrón del Cuerpo se sirvió ayer. En el descampado situado tras la Jefatura Superior de Policía, junto a la Plaza Multifuncional, los agentes desplegaron un espectacular simulacro en el que mostraron la preparación con la que cuentan para hacer frente a situaciones extremas. Brilló la simulación de un rescate de personas atrapadas dentro de un vehículo accidentado, una actividad a la que se enfrentan en numerosas ocasiones en la vida real. Lamentablemente, en Melilla se produce un alto número de siniestros en carretera, lo que provoca que los Bomberos estén siempre alerta.
Los agentes que tomaron parte en el simulacro demostraron que en su cometido diario hacen mucho más que apagar fuegos. Por ejemplo, se practicó el simulacro de un rescate de un obrero que había quedado pendiendo de una cuerda en la fachada de un edificio.
Pero, por supuesto, también mostraron al público congregado cómo extinguen incendios, para lo cual prendieron fuego a dos vehículos para a continuación sofocar las llamas. Las actividades efectuadas por los Bomberos nos regalaron imágenes espectaculares.
En una jornada para el recuerdo, los miembros del Cuerpo nos mostraron el tesón y la profesionalidad con los que siempre trabajan.