Ayer fue el primer día de la fase 1 de la desescalada. Las terrazas y las tiendas de la ciudad podían volver a abrir al público después de semanas cerradas debido a las medidas impuestas para detener el avance del coronavirus.
Muchos melillenses se animaron y acudieron a bares y cafeterías donde, por regla general, se mantuvieron las medidas de seguridad sanitarias recomendadas por las autoridades.
Así, se recuperó un poco de la normalidad a la que estábamos acostumbrados antes de la pandemia y poco a poco recuraremos más tiempo y más espacio para seguir con nuestra vida. Pero no tenemos más remedio que asumir que el virus sigue en la calle, que nos estamos jugando mucho y que lo único que se ha hecho es reducir un poco el confinamiento que venimos realizando desde hace dos meses.
No podemos relajar las medidas de protección y hay que mantener la guardia alta. Los siguientes días serán fundamentales para medir si realmente estamos concienciados y si no superamos el examen de la fase 1, difícilmente seguiremos avanzando.
Además, corremos el riesgo de sufrir un rebrote que eche por tierra todo el esfuerzo realizado hasta ahora. Tenemos que ser responsables.