Tanto el presidente local, Eduardo de Castro, como la vicepresidenta, Gloria Rojas, mostraron ayer su apuesta por que el futuro de Melilla sea tecnológico.
Durante la primera jornada del proyecto Ideas Melilla, los dirigentes melillenses expusieron las bondades de la ciudad y marcaron las oportunidades que se abren para le economía melillense si se fija el desarrollo digital como un objetico prioritario para la atracción de empresas de base tecnológica.
Las particularidades geográficas de Melilla hacen que sea imposible la instalación de industrias pesadas o dar cabida a la agricultura, pero la creación de empresas tecnológicas si son una opción. Para que esto se produzca, es preciso crear un hábitat atractivo para las inversiones de este tipo y para ello la ciudad debe contar con una serie de servicios muy específicos. Más allá de las ventajas fiscales para incentivar la instalación de nuevas compañías o los requerimientos técnicos necesarios para el desarrollo del trabajo de estas empresas, la ciudad debe aportar mano de obra cualificada para que los melillenses también se aprovechen de la generación de estos nuevos puestos de trabajo. También es importante crear un ambiente atractivo desde el punto de vista cultural y de ocio para hacer de Melilla una oferta a considerar dentro de la feroz competencia que hay por atraer este tipo de compañías. El trabajo que tienen por delante las administraciones públicas para situar a Melilla como una opción realista es una labor trasversal, que debe abarcar diferentes ámbitos, algo que veremos como se ha reflejado en el Plan Estratégico que la Ciudad va a presentar hoy. A partir de ese documento, una vez analizado, podremos ver cual es la hoja de ruta diseñada para el necesario cambio de modelo productivo que necesita la ciudad y valorar si el futuro de Melilla apuesta realmente por esta ‘revolución’ tecnológica o no.