La capacidad de reacción de las autoridades melillenses se puso ayer a prueba con el rescate de dos melillenses que sufrieron un grave accidente en una casa del poblado de Tres Forcas, donde son muchos los naturales de nuestra ciudad que suelen alquilar viviendas a lo largo de todo el año para contar con un alojamiento propio en el virginal y cercano entorno marroquí.
Lo sucedido es una tragedia para los familiares de las víctimas, especialmente del melillense de 60 años que perdió la vida. No obstante, ha puesto de manifiesto la capacidad de reacción de quienes optan por buscar un lugar de esparcimiento y contacto con la naturaleza, y también de nuestras fuerzas de seguridad y salvamento, que ayer actuaron al unísono para prestar el auxilio más inmediato en cuanto fueron alertadas.
No es de extrañar que desde un primer momento quienes apercibieron lo sucedido optaran por trasladar a los accidentados a Melilla, teniendo en cuenta las limitaciones y carencias de los servicios sanitarios del Marruecos cercano. Lo sucedido podría haber ocurrido en cualquier lugar. También en Melilla u otras ciudades españolas donde se suceden igualmente víctimas por una mala combustión del gas o un escape del mismo elemento que pasa desapercibido. No obstante, debe alertar a los inquilinos de esas casas de los poblados marroquíes cercanos, normalmente muy básicas y escasamente equipadas, sobre la necesidad de mantener el máximo cuidado en las instalaciones más peligrosas, como siempre son las del gas butano.
Nuestro pésame a los familiares del fallecido y nuestro deseo de que la mujer que llegó a Melilla en mal estado pueda recuperarse satisfactoriamente lo antes posible.