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La rápida actuación ha permitido salvar 79 kilos de esta especie, que está en peligro de extinción
La Guardia Civil se llevó una sorpresa el viernes en el puerto en uno de los controles selectivos que lleva a cabo para comprobar que no se introduce nada extraño ni ilegal en la ciudad: en el interior de uno de los vehículos que había llegado a Melilla en un buque de pasajeros procedente de Almería, se hallaron 109 kilogramos de angulas vivas, que estaban ocultas en el interior de diversas maletas y bolsos de viaje.
Los animales iban introducidos en bolsas de plástico, que estaban colocadas entre botellas de hielo para mantener la temperatura necesaria para evitar la muerte de las angulas.
Tras el hallazgo, no había tiempo que perder y hubo que actuar rápidamente para evitar que murieran las angulas intervenidas, una especie que está en grave peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat natural y a la pesca ilegal y cuya importación y exportación está prohibida en la Unión Europea. Así, partieron poco tiempo después de su llegada a Melilla en otro barco con destino a la península para que pudieran ser trasladadas a un centro especializado de la Junta de Andalucía, que está ubicado en la localidad gaditana de San Fernando.
La Guardia Civil informó de que es la primera vez que se interviene en Melilla esta especie. El valor de la mercancía intervenida podría rondar en el mercado los 200.000 euros. El conductor del vehículo, un marroquí con residencia legal en la provincia de Almería, ha sido detenido.
Aunque gracias a la rápida actuación ha sido posible que pudieran ser salvados más de 197.000 animales, lo que equivale a 79 de los 109 kilos de angulas que fueron intervenidos en Melilla. Ahora se estudiará si es posible su reintegro a su hábitat natural. La rápida colaboración entre diferentes organismos e instituciones ha permitido un final relativamente feliz.