Ha dedicado su vida a la docencia y asegura que la ciudad autónoma es un modelo de la convivencia que se debe aplicar en otras ciudades que son más conflictivas. Hace alrededor de cinco años sor Amor Palau visitó Melilla por primera vez y no ha querido perder la oportunidad de volver a la ciudad para, primeramente reencontrarse con sus familiares y amigos y conocer más a fondo cómo es la convivencia entre las distintas confesiones religiosas melillenses. A sus 80 años, Palau ha dedicado toda su vida a la docencia en la Institución Teresiana, donde, antes de su jubilación, asumió la responsabilidad dentro de la Secretaría General. Por su experiencia y labor en la institución y conocimiento del italiano fue trasladada a Roma, donde ahora enseña español en el centro cultural de Cáritas Vaticano.
En la mañana de ayer fue recibida en Presidencia por la consejera Esther Donoso y por el vicepresidente primero de la Ciudad, Miguel Marín. Durante el breve encuentro intercambiaron impresiones sobre la ciudad y el cambio que ha dado en los últimos cinco años, desde que sor Amor Palau la visitó por primera vez y vio con buenos ojos “el impulso y mejora que le quieren dar a la ciudad”, apuntó.
En declaraciones a los medios de comunicación locales, Palau destacó ese cambio que ha dado la ciudad, en especial en el paseo marítimo y las playas y confesó sentirse muy ilusionada por conocer la Melilla Modernista en el centro de la ciudad. “Solamente había venido a la ciudad una vez y tenía muchas ganas de volver para conocerla más a fondo”, dijo.
Lo que más le llama la atención a Palau de Melilla, tras sus experiencias en España y Argentina, es su ejemplo de convivencia multicultural y multirreligiosa. Mientras que en otras ciudades “la convivencia es más conflictiva aquí sorprende y llama mucho la atención cómo viven distintas religiones, razas y colectivos en el mismo lugar”. “Melilla es un modelo de convivencia y un ejemplo a seguir”, recalcó Palau. Por último, quiso agradecer la calidez y hospitalidad de los melillenses y el “cariño y apertura” con la que fue recibida ayer en el Palacio de la Asamblea.