El diputado de Somos Melilla, Amín Azmani, abrió su intervención en el Pleno de Presupuestos con un reconocimiento expreso a la Policía Local, destacando la labor de hombres y mujeres que, a pesar de las dificultades, mantienen su compromiso con la Ciudad. Azmani subrayó que estos agentes son dignos y valientes, pero considera que han sido abandonados por el Gobierno en cuestiones como el pago de horas extraordinarias y nóminas pendientes.
Azmani señaló que los agentes aún esperan recibir 4.500 euros correspondientes a horas extraordinarias realizadas en ferias, mercadillos y operativos habituales. "A pesar de estas deudas, la Policía Local sigue cumpliendo con su deber, mientras que la administración no ha mostrado soluciones efectivas", señaló.
Críticas a la distribución y uso de recursos
El diputado recordó que para 2026, el Gobierno local ha propuesto un presupuesto de 421 millones de euros, lo que representa más de 1.150.000 euros diarios para Melilla. Según Azmani, estos recursos no se han gestionado de manera eficiente y no han logrado mejorar los problemas estructurales de la ciudad durante casi tres años de legislatura.
Azmani denunció gastos que consideró innecesarios o desproporcionados, incluyendo 2 millones de euros para comunicación institucional y propaganda del Gobierno, 1,5 millones en salarios de subconsejeros y viceconsejeros, y 1,6 millones para subcargos de confianza. Sumando los costes de toda la legislatura, el diputado cifró en 25 millones de euros el gasto en mantener una estructura administrativa que, según él, no ofrece resultados adecuados.
Otros gastos criticados incluyen más de 2 millones de euros en copas de vino, la adquisición de una finca que no se puede utilizar, y 4 millones de euros para contratar informadores de barrio, complementando el trabajo ya realizado por empresas de servicios y fuerzas de seguridad.
Además, Azmani mencionó 500.000 euros destinados a un programa que considera una fachada para promocionar la imagen de la ciudad, sin resolver problemas reales como el cierre de comercios, la emigración de población o las demandas sociales insatisfechas.
Impago a trabajadores y enmiendas rechazadas
El diputado de Somos Melilla enfatizó que no solo la Policía Local ha sufrido impagos; otros trabajadores, como los de la biblioteca y de la empresa de servicios de alimentación, han percibido nóminas irrisorias o retrasadas. Denunció que algunos empleados han cobrado tan solo 600 euros en los últimos pagos.
Asimismo, criticó la actitud del Gobierno hacia las enmiendas presentadas por su grupo. Según Azmani, durante toda la legislatura se han presentado 12 enmiendas en diferentes comisiones y etapas, pero ninguna ha sido tramitada, reflejando, a su juicio, un desprecio sistemático hacia las propuestas de Somos Melilla.
Acceso limitado a la documentación y tiempos insuficientes
En su segunda intervención, Azmani destacó problemas en la entrega y el acceso a los documentos presupuestarios. Comentó que los grupos políticos recibieron un pendrive con los presupuestos, dificultando la revisión y análisis de los datos, en lugar de un formato PDF accesible y ordenado.
Resaltó la diferencia con Ceuta, donde los grupos de oposición disponen de un mes para debatir sus propuestas, mientras que en Melilla solo se otorgaron cinco días. Esta limitación temporal, según el diputado, evidencia la falta de planificación y la dificultad de ejercer un control efectivo sobre las cuentas.
Retos estructurales y falta de obra ejecutada
Azmani criticó que, después de casi tres años de legislatura, el Gobierno no ha inaugurado obras significativas ni resuelto problemas estructurales en la ciudad. Señaló que, según su evaluación, los planes y proyectos se concentran principalmente en el último año, siguiendo la estrategia habitual de inauguraciones previas a las elecciones, lo que genera obras mal ejecutadas y falta de continuidad.
El diputado cuestionó la estrategia del Ejecutivo de concentrar recursos y proyectos en el último año, afirmando que esta práctica perjudica la eficacia de las inversiones y la planificación urbana. También cuestionó que se asignen fondos para el plan de desarrollo urbano sin que se hayan ejecutado obras concretas que mejoren la vida de los ciudadanos.
Azmani insistió en la necesidad de respeto hacia los representantes de la oposición y hacia los ciudadanos. Criticó que el presidente de la ciudad desprecie las intervenciones de quienes cuestionan la gestión del Gobierno y destacó que, aunque ha ofrecido colaboración, el Ejecutivo no ha mostrado disposición a dialogar ni a atender las demandas planteadas por Somos Melilla.
El diputado también cuestionó la reacción del Gobierno frente a problemas concretos como la frontera y la ciberseguridad, criticando que las explicaciones ofrecidas se basan en excusas más que en soluciones efectivas.
Azmani cerró su intervención apelando a la necesidad de ilusión, optimismo y energía para mejorar la ciudad, en contraposición a lo que percibe como síntomas de estancamiento por parte del Gobierno. Destacó que los ciudadanos de Melilla merecen vivir mejor y que las políticas deben orientarse a resultados tangibles, no solo a grandes cifras o propaganda institucional.







