Melilla ha registrado su tercera muerte por coronavirus desde que se desató la pandemia, uno de los pacientes que estaba ingresado en la UCI del Comarcal. Además, ayer se notificaron 22 nuevos contagios, por lo que la ciudad ya suma 221 casos activos de Covid-19. Más malas noticias: los médicos alertan sobre la peligrosa situación epidemiológica que se está generando en el CETI y el Consejo de Europa pide que se tomen medidas en la plaza de toros, donde hay decenas de inmigrantes acogidos. Si a todo esto le sumamos actitudes irresponsables como la de la fiesta multitudinaria celebrada este fin de semana en un establecimiento de la Plaza de Armas, se esta dibujando un mapa alarmante en la ciudad.
Los sanitarios están preocupados por el cariz que está tomando la pandemia en la ciudad desde el final del estado de alarma y algunos servicios empiezan ya a sufrir la carga que suponen los cientos de infectados que se han registrado en las pasadas semanas. Estamos en medio de una escalada de contagios y no hay signos de que la tendencia vaya a variar.
Es el momento de tomar decisiones de calado. La Ciudad tiene que coger el toro por los cuernos y emplearse a fondo. Hay que controlar de manera milimétrica que se cumplan con las normas sanitarias establecidas para poner fin a la expansión del virus. También, es necesario hacer un esfuerzo extra en concienciar a los ciudadanos. Cada melillense tiene que tener claro el peligro al que nos enfrentamos. No hay más tiempo, no podemos arriesgarnos a sufrir un nuevo confinamiento. La medidas deben tomarse ya.