“Esta no es la primera y, por desgracia, parece que no será la última agresión que un facultativo sufra en un centro de salud de Melilla”, lamentaron ayer fuentes del Sindicato Médico, en referencia al ataque que sufrió una doctora en Cabrerizas. El sindicato exigió que haya presencia policial a los ambulatorios, una reclamación que ya ha hecho en otras ocasiones para evitar este tipo de actitudes contra el personal médico.
Planteó también la necesidad de separar las entradas a los centros y crear una para los pacientes y otra para los sanitarios. “Todo es poco para evitar las agresiones y amenazas y garantizar la integridad de los profesionales”, aseveró el sindicato, quien reiteró que “es una vergüenza” que se produzcan esta clase de agresiones.
“Melilla es la ciudad de España con más agresiones hacia médicos”, aseguró a este diario la organización. Este doctor apoya su afirmación en el último informe revelado en marzo por la Organización Médica Colegial (OMC) que muestra que en la ciudad autónoma se registraron 28 casos de agresiones a personal médico entre 2010-2016.
A finales del pasado mes de septiembre y a inicios de octubre se registraron otras tres agresiones en dos días distintos en el mismo Centro de Salud de Cabrerizas, en las que resultaron heridos un médico de cabecera, un vigilante de seguridad y una administrativa. El Colegio de Médicos de Melilla ya denunció entonces que la “Delegación del Gobierno y la Dirección del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) tienen la palabra y la posibilidad de tomar medidas adecuadas a la situación que parece endémica”.
A pesar de que las agresiones han seguido estos últimos meses, “Ingesa no ha puesto en marcha ninguna medida”, criticó ayer el sindicato, hecho que tachó de “lamentable” por la “falta de compromiso y voluntad que demuestra la entidad que realmente tiene capacidad para hacer frente a ello”.
Medidas contra ataques
Otra de las propuestas que plantearon desde el Sindicato Médico es evitar las masificaciones de los centros sanitarios con una gestión efectiva de los horarios y recursos. Además, también señalaron la posibilidad de copiar una iniciativa que lleva desarrollándose desde hace algún tiempo en Canadá que consiste en “retirar determinadas prestaciones sanitarias a las personas que agredan al personal médico de los centros”, explicó la organización.
Por otro lado, este doctor reiteró la necesidad de aplicar estas u otras medidas “efectivas” y de “mejorar la política sanitaria” al considerar que “las concentraciones y los lacitos quedan muy bien, pero no sirven para nada”. El sindicato insistió que desde el Sindicato Médico “tratan de poner en la agenda pública la inseguridad laboral de los médicos, algo que Ingesa todavía no ha hecho”.
Los ataques a los facultativos a nivel nacional aumentaron en 2016. En todo el país se padecieron 495 casos, 134 más que en 2015 (361). Por comunidades autónomas, el año pasado la más afectada fue Cataluña, con 109 conductas delictivas de esta índole, seguida de Andalucía, con 102; Madrid, con 99 y Valencia, con 48. Actualmente, la media se sitúa en 2,02 agresiones a médicos por cada mil. En 2016, en Melilla, la media fue de 17,61 por cada mil, la más alta del país.
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