El Banco de Alimentos reparte menos kilos a las ONG que hace unos meses.
Esperaban como agua de mayo que llegaran los alimentos. La demanda de las familias que tocan en su puerta es cada vez mayor. Necesitaban ver cómo el almacén se llenaba otra vez de alimentos para poder asistir a los melillenses que les piden esta ayuda. Y hace 15 días llegaron. Un gran número de kilos de alimentos ocupó parte del almacén. Pero claramente son menos palés y cajas que en otras ocasiones. La directora del centro de las hermanas de María Inmaculada, Mercedes Moraleda, aseguró a El Faro que los alimentos que quedan no van a durar mucho en la despensa de la entidad. Calcula en un mes, el almacén estará de nuevo vacío. Le toca continuar recogiendo donaciones de los supermercados y de los melillenses solidarios que siempre les echan una mano cuando saben que no tienen más alimentos para repartir en el centro.
Moraleda explicó que el Banco de Alimentos, entidad de la que reciben estos productos, ha repartido menos cajas de pasta, legumbres y leche a las ONG de Melilla en este mes. Esto se debe a que la demanda de ayuda ha subido en toda España y por lo tanto, hay que repartir lo mismo entre más gente, aseguró.
También le ha llegado menos variedad de alimentos que en otras ocasiones. Ya no cuenta con la leche maternizada a pesar de que es uno de los productos que más demandan las familias con niños pequeños, ya que es un alimento muy caro que no pueden comprar.
La directora del Centro de María Inmaculada destacó que gracias a la solidaridad de algunos supermercados de la ciudad consiguen hacer bolsas con lotes de alimentos para repartirlos entre las familias que tienen inscritas en el banco de alimentos y también llegan, en ocasiones, para los melillenses que están apuntados en otra “lista alternativa” y a los que dan ayudas puntuales.
También destacó la colaboración del IES Juan Antonio Fernández, que les ha donado un gran número de kilos de alimentos que han recogido entre los alumnos y los profesores del centro. Asimismo señaló que la Facultad de Educación está recogiendo estas semanas alimentos y ropa que llevarán al Monte María Cristina, donde está su sede, para que sean las hermanas las que repartas todos estos productos entre la gente más necesitada. Moraleda también resaltó que gracias a muchos voluntarios, entre ellos, componentes de la Cofradía de la Soledad, pueden hacer las visitas a las familias necesitadas a las que atienden, poner al día los informes sobre su situación socio-económica y entregarles los alimentos.
Llegarán más a finales de diciembre y febrero
El presidente del Banco de Alimentos de Melilla, Juan Paredes, aseguró a El Faro que este mes han llegado menos alimentos que en otras ocasiones a la ciudad. En concreto, se han recibido 35.000 kilos de pasta, leche y legumbres. Pero resaltó que se compensará en los siguientes meses. Afirmó que el 20 de diciembre, como muy tarde, volverán a contar con más palés de productos y también en febrero se recibirán más alimentos.
Paredes explicó que conforme entran en el Banco de Alimentos, se van distribuyendo entre las ONG para que lleguen cuanto antes a las personas necesitadas de la ciudad. También señaló que la Cruz Roja ha recibido otros 35.000 kilos de alimentos. Por lo que en Melilla se cuenta con 70.000 kilos procedentes del Banco de Alimentos a nivel nacional, más todos los palés que consiguen de donaciones de los supermercados locales y foráneos. El presidente de esta ONG indicó que desde hace unos días cuenta con una gran cantidad de kilos de tomate que provienen de una fábrica de Pamplona. Aseveró que trabajan a diario para que el Banco de Alimentos no se quede vacío.
En cuanto a la leche maternizada, señaló que no les llegan a penas donaciones de este producto. Por eso, lo reparten entre los colectivos más necesitados, como son las mujeres en riesgo de exclusión social que padecen alguna enfermedad grave, como cáncer, y que no pueden dar de mamar a sus bebés.
Por otro lado, Paredes explicó que están trabajando para poder contar con un almacén más grande que el actual. Necesitan 300 metros cuadrados de superficie y contar con una cámara frigorífica. Hay donaciones de grandes empresas de productos lácteos, de verduras o de frutas que Melilla no puede recibir porque necesitan esta cámara de frío para mantener estos alimentos hasta que se produzca su reparto entre las familias que están en riesgo de exclusión social.