Tras varios días de simulacro, se ha celebrado el último en el instituto Juan Antonio Fernández, donde varias decenas de alumnos participaron como voluntarios para los servicios de emergencias, como la Unidad Militar de Emergencia, Protección Civil o la Cruz Roja. Esta vez, según explicaron desde la UME, la situación estaba ambientada en un seísmo que había afectado a la estructura del edificio con algún incendio en el interior. Entonces, se ha activado a todos los servicios de emergencia: han venido los bomberos, Protección Civil, personal de la UME... y de manera ordenada se fue evacuando a todo el personal a una serie de puntos seguros ya establecidos.
"Como colofón final a este ejercicio que realiza la UME cada dos años aquí en Melilla, hemos terminado con la evacuación de un instituto para poner en práctica en Plan de Autoprotección y ver cómo trabaja de manera todo el mundo en la evacuación ordenada de todo el personal. La verdad es que se ha hecho con bastante fluidez y organización, por lo que ha sido un éxito", declaró el Comandante Fernández, responsable del operativo de la UME desplegado en Melilla.
José Reyes, coordinador de Protección Civil, explicó que a ellos los activaron "la sala 112 porque habían visto humo en el centro educativo", con algún tipo de daño dentro del centro y con desaparecidos. Así pues, desde Protección "activaron a los voluntarios, que son personal sanitario y personal de apoyo para facilitar la evacuación".
Por su lado, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, afirmó que la rapidez con la que se llevo la evacuación "demuestra que hay que hacer este tipo de simulacros continuamente porque valen para ver la eficiencia de los que intervienen". Quiso felicitar a todos los implicados en la actividad, la UME, Protección Civil y la Cruz Roja, por la eficacia con la que actuaron.
De los alumnos del instituto, solo unos pocos sabían lo que iba a pasar: los voluntarios. Selma y Yasmina, dos jóvenes cuyo papel era poner trabas a la evacuación, cuentan que las "atendieron muy bien". Yasmina fingió que se estaba ahogando por el humo y la sacaron enseguida y Selma, que tenía que resistirse, acabó con un ataque de ansiedad real, por lo que tuvo que ser atendida en la ambulancia de la Cruz Roja.
El comandante Fernández indicó que en estas situaciones "hay que tener claras las indicaciones de los profesionales de las emergencias y seguirlas".