Este miércoles continuaron las jornadas de Simulacro Melilla 2019 que se desarrolla esta semana con el objetivo de mostrar a la ciudadanía cómo es la respuesta coordinada ante una emergencia de nivel 2. El supuesto que se ha planteado en esta semana de trabajo para los más de 400 efectivos de unidades civiles y militares de emergencias ha sido el de un terremoto con riesgo de tsunami en la ciudad. En esta segunda jornada de actuaciones, como consecuencia de las réplicas del hipotético seísmo, un barco de pasajeros ha colisionado contra el muelle del Puerto de Melilla, lo que ha originado un incendio en las cubiertas inferiores de la embarcación, en una zona de máquinas.
Ante la situación planteada, el Cuerpo de Bomberos ha tenido que intervenir de forma conjunta con la tripulación del buque Ciudad de Granada, el personal sanitario del Ingesa para las emergencias y la Unidad Militar de Emergencias.
El sargento de Bomberos, Guillermo García, cuenta que además, tenían que entrar al barco para sacar a un par de víctimas que se encontraban desaparecidas en su interior una vez realizada la evacuación de los pasajeros. La primera fue un miembro de la tripulación de turno, que una vez localizada y rescatada por los efectivos de bomberos, pasan a manos del 061 a fin de ser atendida por los servicios sanitarios y los psicólogos de emergencias.
La segunda, un compañero del cuerpo que podría haberse quedado encerrado en la zona del siniestro. Durante el desarrollo del ejercicio, los presentes pudieron ver cómo sacaban al bombero en una camilla escoltado por personal de la Autoridad Portuaria y más bomberos. El sargento García contaba que a esta víctima se la daba por fallecida.
En cuanto a la actuación de Bomberos con medios contraincendios, se procedió también a ventilar la zona y a colocar extractores de humo. Además, según indicaba el sargento, la propia extracción de la bodega ayudaba también a sacar todo el humo fuera de la zona limpia.
Dificultades
Estos ejercicios de simulación también ponen de relieve ciertas dificultades que pueden llegar a darse en una situación desencadenada de forma real, y desde el Cuerpo de Bomberos comentaron que experimentaron dos dificultades reseñables. Por un lado, el largo tendido de mangueras que tuvieron que realizar, ya que podría ser de más de 100 metros desde la bodega del buque hasta hasta la zona incendiada. “Eso lleva unos minutos de trabajo que es tiempo que perdemos a la hora de localizar a la víctima”, explicó García.
La otra dificultad es la inundación de humo de la zona siniestrada. De esta forma los bomberos tuvieron que hacer lo que ellos llaman “bucear en humo”, lo que hace que tarden más o menos tiempo en localizar a la víctima. En el caso de este miércoles no se tardó mucho, ya que portaban cámaras térmicas, y con ello obtuvieron más facilidad a la hora de localizar a los desaparecidos.
La importancia de la formación
Este tipo de simulacros para el Cuerpo de Bomberos es una práctica más. Aunque el sargento señaló que deberían realizarse más ejercicios en los buques junto al personal de la tripulación a bordo. “Como ya sabéis, el barco es como una ciudad andante y no tienen otra ayuda cuando están en el mar y es la propia tripulación la que hace todo, entonces es muy importante trabajar de forma conjunta con ellos, para que aprendan nuestro sistema de funcionamiento a la hora de trabajar”, explicaba el sargento García.
Además, también indicó que al Cuerpo de Bomberos de Melilla también le venía bien este tipo de prácticas porque nunca habían trabajado en la bodega de un barco. “Desde que estoy en el Cuerpo de Bomberos de Melilla, y llevo casi treinta años, es la primera vez que intervenimos en una situación en barco, al menos de incendio”, comentaba el sargento. Por ello, resaltó que se trata “simplemente formación, formación y formación” para poder desenvolverse en este tipo de situaciones que podría darse en cualquier momento.
Ante la pregunta de si en la ciudad se ha podido dar en alguna ocasión una situación semejante, el bombero recordó un caso que sucedió hace un tiempo en que un buque tuvo que ser desviado desde hacia el de Melilla desde el deMarruecos para que los efectivos del SPEIS de nuestra ciudad sofocaran el incendio de dicha embarcación. “Nosotros estuvimos aquí, en el cantil, apagándolo durante tres o cuatro días. No era un barco de personas, era un barco de mercancías, pero nos costó unos cuantos días apagarlo”, relató.
Vertido de combustible
Asimismo, en esa misma línea del simulacro con el barco en el Puerto de Melilla, los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias tuvieron que intervenir con medios subacuáticos para proceder a la revisión de la zona viva del barco, que es la parte sumergida, por un posible vertido de combustible a causa de daños estructurales producidos por el choque del barco contra el muelle.
En esta actuación, también tomó parte la Guardia Civil junto a los efectivos de la UME para tomar muestras de las sustancias contaminantes que se hallaban en la superficie, y valorar la situación.
Rescates de altura
En la tarde, en diversos enclaves de Melilla la Vieja se realizaron también dos rescates de personas accidentadas en zonas elevadas. En la Plaza de Armas, se produjo un supuesto derrumbe de unos andamios, donde se encontraban trabajando varios operarios en el momento del terremoto. El derrumbe impidió el acceso a la zona a través del Foso del Hornabeque, que es el único acceso, a la zona siniestrada, por lo que Bomberos tuvieron que proceder a la evacuación utilizando sus equipos de escalada y camillas de rescate. Intervinieron también la Cruz Roja para asistir a los heridos y la Policía Local para aislar la zona del tráfico.
Para la UME la situación se presentaba de forma semejante pero accediendo la plaza de Pedro Estopiñán escalando por el muro de la plaza de los Pescadores. En este caso interviene también la ING IAE (Intervención, Ayuda y Emergencias) integrándose en el grupo operativo de la UME.
De forma simultánea, en los depósitos de Cabrerizas y en el Cargadero del Mineral, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, la ONG IAE y Bomberos desarrollaban una intervención en galerías subterráneas.
En los depósitos de Cabrerizas, la UME, con equipos especializados y de rescate vertical, junto efectivos de IAE con una unidad cinológica realizaban un ejercicio de búsqueda y rescate (BYR) de dos trabajadores que se encontraban en el momento del seísmo haciendo labores de rehabilitación. Además, en la zona se suponía que había una importante concentración de humos.
Mientras, en el Cargadero del Mineral, la intervención que realiza la UME, con los Bomberos, IAE y la Autoridad Portuaria en las galerías de refrigeración de Endesa para valorar las incidencias tras el terremoto.
La oenegé IAE volvió a intervenir con una búsqueda cinológica ayudando también a los efectivos de la UME y el Cuerpo de Bomberos en el rescate de un trabajador en las galería subterráneas.
Este jueves...un simulacro en un instituto
Este jueves se realiza el último ejercicio de este Simulacro de Melilla 2019 con una evacuación por peligros estructurales, y una intervención de búsqueda y rescate en un centro de Educación Secundaria, e incluso se producirán simulaciones de cómo actuar en caso de incendios y explosiones a causa del seísmo. En este ejercicio intervienen casi todas las unidades participantes, desde el 112, la UME, la Policía Nacional y Local, la Guardia Civil, Ingesa, Cruz Roja y los Psicólogos de Emergencias.