"Si mañana hay aquí una riada, se lo tendremos que agradecer principalmente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, una parte también al Ministerio y a la delegada". Así se ha pronunciado el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, al ser preguntado acerca de los trabajos que se llevaron al cabo en la zona del río y la polémica que surgió acerca de quién tenía las competencias para llevar a cabo esas acciones. Durante la tercera parte de nuestra amplísima entrevista con Ventura, éste también responde a cuestiones como la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en el centro, la rotación en los aparcamientos y las acciones que se van a desarrollar en los tres grandes parques melillenses: Hernández, Lobera y Forestal.
-¿Cómo va el tema de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)?
-La zona ya está delimitada. Eso ya lo tenemos recogido y ahora trabajamos en el reglamento. La semana pasada tuvimos la última reunión de la mesa de movilidad de este año, donde trabajamos distintas consejerías, como Seguridad Ciudadana, Fomento y nosotros, entre otros. Y ya tenemos el reglamento preparado y va a ponerse en funcionamiento. Es decir, el reglamento debe pasar ahora los trámites correspondientes en comisión y pleno. En ese reglamento aparecen ya diferentes cosas. Nosotros vamos a ser muy flexibles porque se trata de promover un cambio de conducta. Tenemos que intentar, de forma muy progresiva y muy lenta, ir cambiando la mentalidad de los ciudadanos para que se vayan dando cuenta de que esa será una zona más protegida porque se ha delimitado como ZBE.
Y hay gente que podrá criticar todo lo que quiera: si tenemos a Endesa detrás, que es cierto, por 25 años más y que contamina muchísimo, que hay otras cosas... Pero bueno, tenemos que dar estos pasos, primero porque la ley nos obliga y segundo porque yo creo que, entre todos, tenemos que dar pasos adelante. Tenemos que seguir avanzando en la mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos y una de ellas es delimitar esa zona y trabajar en la ZBE, así como en las rotaciones de los aparcamientos, que habíamos pensado en un primer momento en una zona azul.
-¿Se tiene ya claro el tema de la zona azul en el centro?
-Estamos pensando, porque hemos descubierto que también existe la zona naranja y resulta que ésta es más fácil de instalar, más económica, incluso para los ciudadanos. Y lo que permite es que haya una rotación, que es lo que queremos. Los empresarios también quieren que haya rotación. Por lo tanto, estamos trabajando en eso y también en que el parking de Isla Talleres, que se utiliza al 50% o no se utiliza casi nunca. Hay que fomentarlo también para que la gente lo utilice más a unos precios, ya no puedo decir más asequibles de los que son, porque los precios que tenemos en esta ciudad son risorios.
La gente va a Málaga, te aparcas en cualquier sitio y pagas un dineral. Sin embargo, nosotros ahora mismo estamos pagando, me parece, 20 céntimos por dos horas y dos euros por un día, por 24 horas durante la temporada de Navidad. Tenemos que potenciarlo para que la gente lo utilice más, que haya rotación de las zonas naranjas y las zonas azules, y eso ya lo tenemos implantado en ese reglamento que tenemos que aprobar próximamente.
-¿Cómo van las obras en el Parque Lobera?
-Se trata de una remodelación del Parque Lobera después de lo que sucedió en ese recinto durante la etapa del anterior Gobierno. Aunque lo niega, las fotografías satélite demuestran que cuando nos fuimos nosotros en 2019, los árboles estaban y cuando volvimos en 2023 los árboles dejaron de estar.
Esa es la prueba evidente de que algo pasó en el camino y lo que pasó en el camino es que se cargaron un tercio del Parque Lobera y que ahora no queda otra que hacer una obra integral de todo lo que es la remodelación del recinto verde, no solamente el arbolado, sino de todo lo que es el parque en general, sus fuentes..., todo de manera integral. Eran 14 meses de obra y ya llevamos 3-4 meses. El año que viene lo tendremos y yo creo que lo que nos vamos a encontrar será un parque muy bonito, muy bello, donde otra vez los ciudadanos podamos ir a celebrar, ya no sé si las bodas, porque antes celebrábamos allí, íbamos a hacernos las fotos, pero bueno, lo que sea, habrá que celebrar lo que seaen ese parque, que va a quedar espectacular.
-¿Y sobre el Forestal?
-Tenemos previsto hacer una zona acotada para los perros, con sus bebederos de agua, con su zona de sombra, con sus juegos. Queremos poner unos merenderos, porque ya sabemos que la gente va a merendar allí. Se está utilizando bien, la gente va y lo que queremos es que se siga yendo. Queremos poner una serie de merenderos, algunas sombrillas en las zonas verdes que puedan utilizar los ciudadanos. Proyectamos también instalar un kiosco para que la gente pueda sentarse allí también los días buenos y tomar algo, lo que corresponda. Vamos a hacer un parque para las personas que quieran utilizarlo, para niños con discapacidad, para niños con diversidad funcional, un parque inclusivo, no un parque exclusivo; es decir, queremos que los niños con dificultades de movilidad jueguen allí junto con el resto de niños, además de la sombra que se le están poniendo ya a estas tres zonas de juegos infantiles. Vamos a ir remodelando el Parque Forestal poco a poco porque necesita una intervención de alumbrado, toda la zona perimetral. Eso se le ha trasladado también a Fomento porque tenemos que ver ahora la fórmula para darle un poco más de luz al parque, que quedará espectacular y yo creo que en la primavera empezaremos a ver cosas increíbles, muy interesantes.
-El Parque Hernández también es una maravilla, es una preciosidad, pero ¿tienen previsto alguna función para darle más luz a este parque?
-Llevamos mucho tiempo ya hablando del Parque Hernández y el presidente Imbroda ya ha comentado que ese proyecto está en marcha porque hay que darle un buen lavado de cara en el buen sentido de la palabra. Hay que llevar a cabo alguna pequeña transformación porque el Parque Hernández es muy bonito, tiene unas fuentes muy espectaculares. Además, vamos a poner el parque infantil completamente nuevo. En febrero nos llegan ya todas las piezas nuevas del parque infantil. Será más moderno, lógicamente, y también tendrá su sombra, pero a todo lo demás, balustradas, toda la zona jardinera..., y todo eso hay que cambiarlo porque además se está cayendo. Las pérgolas también están en mal estado, las ocho pérgolas que tiene. Ya hay un proyecto para sacarlo porque queremos recuperarlas cuanto antes.
Eso será lo primero que saldrá, la remodelación de las pérgolas y a partir de ahí el proyecto. No sé si nos dará tiempo este año, pero para el año 26 seguro, que es cuando el Parque Hernández cumple los 125 años. Sin ninguna duda, los 125 años no se cumplen todos los días.
-Cuando ocurrió la DANA, el presidente Imbroda pidió a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que echara un ojo al río por si era necesario hacer alguna actuación para impedir cualquier atisbo de posible inundación en Melilla. La confederación, sin embargo, le respondió que eso era competencia de la Ciudad Autónoma y ya últimamente, ante una denuncia de los ecologistas, este organismo público les paraliza los trabajos porque dice que es cosa suya. ¿En qué quedamos? Ahora se les acusa de ecocidio.
-Sí, claro, nosotros somos los que hacemos los ecocidios, pero cuando lo hace la Delegación del Gobierno en la Zona de Especial Conservación de Aguadú, porque allí sí que ha habido un destrozo de plantas, especies protegidas, en todos los sentidos, entonces allí no suena la flauta. Creo que primero hay que ser un poquito moderados. Y me alegra la pregunta porque usted misma está diciendo que fue la confederación la que dijo, en un comunicado a prensa, que éramos nosotros, el Gobierno de la Ciudad, los competentes y los responsables de la limpieza del río.
Gracias a ese comunicado, nosotros nos tiramos al río, a dos zonas principalmente. Íbamos a hacer más, pero nos dio tiempo a dos zonas. Una, el arroyo de Sidi Guariach, que eso no era un arroyo, eso era un bosque de una especie que creo que le llaman carambuco. Había crecido muchísimo, que había taponado el ojo del puente que hay a continuación en la carretera de Farhana. Ahí hemos intervenido y para ello tuvimos que contratar maquinaria pesada porque empezaron nuestros trabajadores, en este caso de Talher y Valoriza, con sierras y eso era imposible porque el caramuco es una madeja, una red de arbustos.
Y la otra zona donde intervenimos es la desembocadura del Río de Oro, que está asfaltada y que no es natural, es artificial, del siglo XIX, del último cuarto de ese siglo, de cuando los ingenieros militares desvían el río. Esa zona está asfaltada de hormigón y ahí había crecido también mucha maleza. Y la quitamos por completo. Además, las órdenes que teníamos de nuestros técnicos era que esa parte debía quedar completamente limpia. Ya sabemos lo que pasa en la ciudad cuando viene una riada. Nosotros no controlamos las riadas. El Río de Oro no es algo que esté solo en España, en este caso en Melilla, sino que viene desde Marruecos. No lo controla nadie, absolutamente nadie. Y todos tenemos la experiencia de encontrarnos lo que nos encontramos cada vez que llega.
Por lo tanto, nuestra intención era dejar todos los ojos de puente limpios, que no nos ha dado tiempo. Y nada más que hicimos esa parte. Por eso nos llaman como nos llaman, porque hemos limpiado una zona artificial. Esa parte la hemos limpiado entera. O sea, no hemos dejado nada por prescripción técnica, no porque lo haya dicho yo, porque yo no soy técnico. Yo me dejo guiar por lo que me dicen los técnicos. Por tanto, si mañana hay aquí una riada, se lo tendremos que agradecer principalmente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la parte que le toque al Ministerio o a la delegada, porque no nos han dejado tocar más. Y yo creo que tal y como estaban las cosas, era para que los ciudadanos durmiéramos un poco tranquilos.
Por lo tanto, ¿qué tienen que saber los ciudadanos? Que todo lo que pasa en el Río de Oro y sus afluentes compete a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que es lo que dijo el presidente en su momento y que mantuvo durante 20 años porque esto había sido así.
De lo más impresentable (que ya es decir) del gobierno de Melilla.