Javier Calderón aboga por continuar incrementando los controles fronterizos para evitar su paso a Marruecos, donde el metal es fundido y posteriormente vendido. El robo de tapas de alcantarillas en la ciudad autónoma se ha convertido en un problema de difícil solución. Pese a los esfuerzos del Gobierno local, el número de piezas sustraídas se ha incrementado en las últimas semanas, según señaló ayer el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón. Aunque no ofreció una cifra exacta sobre el número de alcantarillas que han sido robadas recientemente, afirmó que se ha producido “un repunte”.
El consejero destacó que evitar este delito es complicado, ya que hay que pilla ‘in fraganti’ al autor. Como posibles soluciones, abogó por incrementar los controles fronterizos, ya que las tapaderas son trasladadas a Marruecos para ser posteriormente fundidas y vender el metal.
Asimismo, recalcó que desde la Consejería de Medio Ambiente se está buscando algún método para que no se puedan sacar del suelo fácilmente y que así baje el número de robos.
Entre ellos, se está barajando la posibilidad de instalar unas tapas que girarían y tendrían un anclaje en el suelo para que no pudieran sacarse por completo. No obstante, habría que sustituir todas las existentes en la ciudad autónoma, lo que tendría un coste económico demasiado elevado.
Por el momento, la única solución que ha encontrado el Ejecutivo local a esta oleada de robos es reponer las piezas lo más rápido posible para evitar accidentes. “Estamos pasando una mala época”, agregó Calderón en relación a este tipo de delitos.
Así pues, Seguridad Ciudadana continuará buscando soluciones a este problema, cuyo principal inconveniente, además del coste económico que supone sustituir los elementos robados, es que se pueda producir algún tipo de accidente en la vía pública.