Ayer entraba en vigor la Ley Antitabaco promulgada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que como era de esperar, cuenta con detractores y defensores. Sin embargo, todos, al menos, deben cumplirla. Este es el caso de los socios de la Asociación de Vecinos ‘Minas del Rif’, que en vista de que ya no está permitido fumar en su local, trasladaron las sillas a la calle para echarse ese cigarrito al que están tan acostumbrados, en compañía de los amigos y, de paso, criticar la medida, cumpliéndola, aunque resignados.
Imágenes como está serán ahora muy habituales no sólo a las puertas de asociaciones, sino también de centros de trabajo, más de una cafetería o restaurante y, en definitiva, de todos los establecimientos públicos.