Un militar de la ULOG 24 declaró que hay grabaciones en las que se ve al acusado saltando un muro
Un individuo se enfrenta a una posible pena de seis meses de cárcel por ser el supuesto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas. Según sostiene la Fiscalía en su escrito, el procesado se coló en el Acuartelamiento Pedro de Estopiñán, donde intentó robar unas herramientas y ocasionó daños en el mobiliario. Fue localizado en un antiguo gallinero del cuartel, donde lo encontraron dormido. La vista por estos hechos se celebró la semana pasada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla en ausencia del acusado, ya que no compareció al juicio, al que había sido citado. Como la pena que se le reclama es inferior a dos años de cárcel, no hizo falta suspenderlo y aplazarlo a una nueva fecha.
El supuesto robo con fuerza en grado de tentativa, ya que no llegó a consumarse, tuvo lugar el 7 de marzo del año pasado. Según expuso en el juicio un testigo, militar de la Unidad Logística número 24, sobre las 7:30 horas recibió un aviso por un intento de robo. “Una vecina había escuchado ruidos por la parte trasera del acuartelamiento”, señaló. La Policía Local y la Guardia Civil acudieron al lugar y lo registraron, pero no encontraron a nadie en su interior.
Sin embargo, según siguió relatando el militar, observando las grabaciones de las cámaras de seguridad se percataron de que aparecía una persona colándose en la ULOG 24, pero no había imágenes del hombre abandonando el lugar. “Resunta que se escondió en el techo de una garita, por eso no lo vimos”, apuntó el testigo.
Según contó, al parecer, el procesado había tratado de robar herramientas que había dentro del acuartelamiento, por lo que las lanzó desde el techo de la garita al suelo, a una altura de unos seis metros aproximadamente. Algunas de ellas fueron recuperadas con daños, afirmó el militar. El encausado también rompió el ventanal de un taller de chapa, agregó ante el juez.
“Lo encontramos agazapado, dormido en un antiguo gallinero del acuartelamiento”, expuso el testigo. Según aclaró, aunque en las imágenes de las grabaciones no se identifica el rostro del procesado, “no hubo nadie más” que pudiera haber accedido de forma ilícita al recinto.
Para la representante del Ministerio Público, había pruebas suficientes para pedir el dictado de una sentencia condenatoria. La letrada de la defensa se adhirió a la petición de una pena de seis meses de prisión. Por su parte, la fiscal manifestó su oposición a que se suspendiera el ingreso en la cárcel del procesado, ya que contaba con otros dos antecedentes penales de la misma naturaleza delictiva. El juez tendrá que dictar la sentencia.