El Sindicato Autónomo de Trabajadores de la Enseñanza (SATE-STEs) celebró el pasado viernes por la noche, en la escuela de arte Miguel Marmolejo, su fiesta anual en defensa de la escuela púbica -y vinculada a la celebración del 1 de mayo- después de tres años de parón debido a la pandemia de covid-19. Según destacó el presidente del sindicato, José Luis López Belmonte, el evento -que llevan celebrando más de 30 años, primero en el CEIP Reyes Católicos, luego en el CEIP Constitución y en esta ubicación desde hace más de 25- sirve también de “punto de encuentro” entre el profesorado de la ciudad para charlar y pasar un buen rato en un ambiente agradable. Igualmente, estuvo presente parte de la sociedad civil melillense a través de ONGs.
El pario interior de la escuela se convirtió el viernes en el mejor marco, con dos mesas largas en las que había platos de patatas fritas, tortilla de patatas, empanadas o jamón y queso. También se dispuso un punto aparte donde se preparaban pinchos, tanto de pollo como de tercera. La fiesta tan esperada, que contó también con una actuación musical, comenzó alrededor de 22:00 horas y se alargó hasta pasada la medianoche.
Al encuentro acudieron algunas autoridades como la vicepresidenta de la Ciudad Autónoma, Gloria Rojas; la consejera de Políticas Sociales, Salud Pública y Bienestar Animal, Francisca García Maeso; y la delegada del Gobierno, Sabrina Moh.
Tanto la delegada como la vicepresidenta -también candidata del PSOE a las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo- resaltaron que, como docentes, habían acudido a apoyar la escuela pública.
Rojas aseguró que era “un placer” asistir a una fiesta “muy popular entre los docentes, que marca un antes y un después, muy popular” y a la que lleva años acudiendo.
Por su parte, Moh ratificó que “había muchas ganas” y destacó que había mucha gente en un encuentro “reconfortante” para los docentes y que sirve para poner en común la importancia de la escuela pública. La delegada del Gobierno ratificó, asimismo, que es bueno ir recuperando las actividades que hubo que parar de hacer a causa de la pandemia, que sirvió para hacer que todo el mundo reflexione sobre la importancia de estos eventos.
Entre los cientos de asistentes, también estuvo el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (Fampa) de Melilla, Joan Casares.