En los ciclos de formación profesional imparte docencia profesorado perteneciente a dos diferentes niveles dentro de la administración: el profesorado técnico de Formación Profesional, perteneciente al grupo A2, y el profesorado de Secundaria, perteneciente al A1. “Esta diferenciación entre docentes que imparten clase al mismo alumnado y con similares atribuciones constituye un agravio que se sigue arrastrando una ley educativa tras otra”, desacó el sindicato SATE-STEs. Sin embargo, ayer destacó en una nota de prensa que la nueva Ley de Educación, conocida como Ley Celaá, abre la puerta a cambiar estas categorías.
La últimas enmiendas a la LOMLOE aprobadas este 13 de noviembre, enmiendas propuestas por el sindicato, han hecho que se incluya como medida la futura integración de este cuerpo de profesorado en el grupo A1.
“El camino hasta conseguir parte de nuestra reivindicación ha sido largo y el resultado aunque no del todo satisfactorio, permitirá una gran mejora en el reconocimiento de la labor de muchos docentes que forman parte del cuerpo de profesores técnicos de FP. Quedan atrás numerosas acciones para conseguir este importante avance”, añadió SATE-STES.
La parte negativa de todo esto es que este texto no recoge todas las exigencias, apuntó. “Pese a que los requisitos de titulación para acceder al grupo A1 son idénticos a los del A2, existen muchas especialidades de Formación Profesional que, por sus características, no son impartidas por profesorado con titulación universitaria, como hostelería, y este profesorado se quedarían aislados en un ‘cuerpo a extinguir’ hasta su jubilación”.