Sarah Macías, estudiante de comunicación social y periodismo por la Universidad Autónoma de Occidente, en Cali ,Colombia; se ha proclamado campeona mundial de la oratoria en español.
Melilla ha acogido estos días la fase final del Campeonato del Mundo de Oratoria. Un evento organizado por la Liga Española de Debate Universitario (LEDU)que ha reunido en nuestra ciudad a los mejores jóvenes oradores del ámbito hispanohablante.
En la jornada de este miércoles 8 de octubre, le tocaba el turno a la final, que ha enfrentado a Sarah Macías con Rodrigo Sánchez-Bleda, de la madrileña Universidad Pontificia Comillas. Una final España-Colombia llena de coraje, talento y pasión por la oratoria.
Un puente entre personas con opiniones diferentes, pero con la palabra como herramienta. Un espacio, en definitiva, lleno de raíces y de diferentes puntos de vista.
Tras varias competiciones por otros rincones del mundo y entre los casi 600 aspirantes de 100 universidades en 20 países, sólo dos nombres han resonado en una final que ha sido un canto a la palabra y a la esperanza.
La ganadora se mostró muy emocionada ante los medios. Tras un duro esfuerzo y largo trabajo, especialmente al estar lejos de su hogar, Sarah Macías tenía a Colombia y a sus seres queridos en su corazón y eso era lo más importante.
Colombia estuvo muy presente en la final, pues para esta joven, es importante mostrar al mundo que la violencia no es todo y que Pablo Escobar no representa a la sociedad colombiana. De ahí que la final del campeonato mundial de la oratoria en español haya sido un espacio fundamental para hablar de la belleza y biodiversidad de esta nación sudamericana.
Este ha sido el primer concurso de oratoria de Sarah, pero el trabajo previo viene de lejos. Hace unos dos años comenzó a perfeccionar la oratoria, de la mano de Sandra Upegui, mentora en oratoria y campeona mundial de speaker, que ha ayudado a Sarah en cuestiones como la expresión corporal o la creación del discurso.
"Este premio es de las dos".
Estos han sido días de mucho trasiego para la campeona, quien ha descubierto en profundidad Melilla, aprovechando esta experiencia al máximo. Una ciudad, Melilla, que le ha recordado, al menos en lo que al clima se refiere, a su Cali natal.
"Me ha hecho sentir más en casa. Es una ciudad muy linda".
Poder de la palabra
El diputado delegado para Asuntos Universitarios, Jesús Romero Imbroda, mostró su satisfacción por como Melilla había acogido una competición llena de tanto talento. Un espacio, dijo, donde el lenguaje se ha utilizado "casi como un bisturí para defender las ideas".
Romero se retrotrajo en el tiempo para defender que Melilla haya acogido esta fase final, recordando como en el mismo lugar donde hace 528 años se produjo una negociación para tomar la posición para la Corona de Castilla, a día de hoy continuaba el debate.
"Consideramos que el lenguaje y la palabra es el mayor argumento para defender las ideas. Pues aunque haya ideas contrarias, estas pueden ser rebatidas por ideas mejores".
El diputado también ha ejercido como jurado, destacando la complejidad de elegir a un ganador entre tanto talento y estilos tan opuestos en esta final. Asimismo, no ha descartado que Melilla vuelva a acoger otro evento de la LEDU, tras recordar la final del año pasado.
"Estamos construyendo una ciudad del conocimiento. Melilla universitaria celebra muchos eventos y queremos que Melilla sea un faro proyector de ideas como esta".
Unión hispanoamericana
Por su parte, el embajador de la LEDU, Albert Rivera, mostró su orgullo por el hecho de que una ciudad como Melilla haya acogido "un abrazo de paz y orgullo" como esta final del campeonato mundial de oratoria en español.
En este sentido, Rivera ha reivindicado una alianza hispanoamericana, como una unión histórica entre pueblos que "comparten un mismo idioma y unos valores similares", según dijo. Una alianza entre hermanos de ambos lados del Atlántico llena de paz y armonía.
"La LEDU pone ese grano de arena para que ese énfasis se extienda".
Rivera también mostró su orgullo por pertenecer a la familia de la LEDU. Y es que tal y como afirmó, en un mundo tan convulso, cabe reivindicar la palabra como solución a los problemas. Además, defendió la oratoria como herramienta clave para defender la diversidad.
"La discrepancia no es una amenaza, sino algo legítimo y enriquecedor. Estamos en un mundo que defiende la diversidad, pero no la de las ideas. Somos diversos y hay que respetar. Como dijo Mahatma Gandhi: La violencia es el último recurso del incompetente; eso no es el caso aquí".
Final
La final ha comenzado con una primera ronda en la que los participantes han abordado un tema obligatorio elegido al azar. Cada intervención, de apenas tres minutos, condensó ideas, emociones y un dominio del lenguaje admirable.
Ha abierto el turno Sarah Macías, quien ha retomado el tema defendido en la semifinal por su contrincante: “¿Todo buen orador debe siempre decir la verdad?”.
Por su parte, Rodrigo Sánchez-Bleda ha parlamentado sobre el tema “Las guerras del futuro ya han empezado y son invisibles”.
La segunda parte de la final ha permitido a los oradores escoger sus propios temas. Un espacio donde cada uno ha mostrado su identidad más auténtica.
Precisamente, Sarah Macías trajo "La belleza de Colombia", para mostrar su orgullo y transmitir como la violencia no puede opacar a un país de más de 50 millones de habitantes con mucho que decir y como los estigmas no pueden tener más peso que la voz del pueblo colombiano.
Rodrigo Sánchez-Bleda trajo la emotividad con el tema "Una silla vacía", donde trató las ausencias que todos padecemos a lo largo de nuestra vida.
Tras una dura deliberación del jurado, Sarah Macías se impuso en esta final llena de mensaje y sentimiento.
Las otras dos semifinalistas, Francesca Borelly, estudiante de la ADEN University de Panamá y Andrea Machuca, estudiante venezolana en la Universidad de Salamanca; también subieron al escenario para recoger sus diplomas que las reconocen como grandes maestras de la oratoria en español.
LEDU
La Liga Española de Debate Universitario es la competición pionera en España, creada en el año 2000, y con mayor dotación en premios, valorados en más de 20.000 euros, tanto en metálico como en becas y materiales. La LEDU y sus patrocinadores reconocen así el esfuerzo de los equipos y apoyan las actividades de sus clubes de debate.
La LEDU se ha consolidado como puente entre universidades y empresas como escaparate del talento joven universitario con algunas de las principales compañías del país, de carácter internacional, como aliadas para potenciar sus capacidades y oportunidades.
Con el resto de sus proyectos, la Liga impulsa el talento joven mediante la formación, el apoyo y la visibilización de los que serán los líderes del mañana en cualquier ámbito.
