El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este miércoles en el Congreso de los Diputados para informar sobre la nueva relación con Marruecos lograda tras el giro de la postura española sobre el Sáhara, que ha provocado la crítica unánime de todos los partidos, en un pleno en el que también dará cuenta del último Consejo Europeo.
Su comparecencia es muy importante también para el devenir de Ceuta y Melilla a diferentes niveles. A falta de informaciones este martes, se espera que el presidente aclare en la Cámara Baja los pormenores acordados entre España y Marruecos, de los que al cierre de esta edición el Ministerio del Interior se limitó a señalar que ellos "no habían organizado la reunión", por lo que no tenían previsto informar al respecto.
Según ha podido trascender, el presidente centrará su intervención previsiblemente en la normalización de las relaciones con Marruecos que han dado fruto a la apertura parcial de los pasos fronterizos ubicados en Ceuta y Melilla.
Sánchez comparece en el pleno de la Cámara baja a petición del Partido Popular, que le exige explicaciones ante el "nuevo partenariado para el siglo XXI" que estableció en su visita a Rabat y las "consecuencias que ello ha ocasionado en la relación con Argelia", principal suministrador de gas a España.
Los populares temen que la nueva relación de España con Marruecos, por la que el Gobierno de Sánchez apoya el plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental impacte en la cooperación que Argelia mantiene con España para suministrarle gas, sobre todo, tras conocerse que el Gobierno de Italia habría cerrado un acuerdo estratégico con el Gobierno argelino en esta materia.
Aunque el presidente Sánchez ya compareció en el pleno del Congreso a petición de todos los partidos de la derecha y de la izquierda para explicar el giro que dio el Ejecutivo en su posición frente al Sáhara, la comparecencia de este miércoles también se produce en el marco del caso Pegasus de espionaje a políticos independentistas y a miembros del Gobierno.
De hecho la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, preguntó al presidente en una sesión de control si el hackeo a su móvil le "ata de pies y manos", dejando entrever la posibilidad de que hubiera un "agente externo", que no fuera el CNI, el responsable de ese ciberataque.
En los meses en que se produjo el espionaje al propio Sánchez y a varios ministros, las relaciones diplomáticas de España con Marruecos atravesaban un profunda crisis debido a que el Gobierno había autorizado a que el líder saharaui del Frente Polisario Brahim Gali fuera hospitalizado en España.
Sin embargo, el anuncio del gobierno marroquí de que se preparan para reabrir el gasoducto Magreb Europa (GME) para que el país magrebí importe desde la península ibérica gas licuado regasificado ha levantado una brecha entre Argelia y España.
Las autoridades argelinas amenazaron en abril a España con cortar su suministro a través del gasoducto que conecta directamente a los dos países por el Mediterráneo (Medgaz) si las autoridades españolas envían a Marruecos gas procedente de Argelia por el gasoducto GME.
España negó entonces que vaya a vender gas natural procedente de Argelia a Marruecos y el ministro de Exteriores reivindica que las relaciones con ambos países no son incompatibles.
"Me reafirmo en mi compromiso con Argelia y con el Gobierno de Argelia y reitero nuestra voluntad de tener la mejor relación con ellos y que esto no sea incompatible a tener una buena relación con Marruecos", afirmó Albares en la Cámara Baja.
Por otra parte el presidente del Gobierno también aprovechará esta comparecencia para dar cuenta del último consejo europeo extraordinario celebrado los días 30 y 31 de mayo.
Un consejo tras el que Sánchez considera avalados los postulados de España en materia energética en la Unión Europea: lo que se denomina la "excepción ibérica" para que España y Portugal puedan fijar un tope al precio del gas para la electricidad.
Explicará además las propuestas españolas que en su opinión han sido atendidas como son las compras europeas conjuntas de gas y el impulso de las interconexiones financiadas con fondos comunitarios.
La comparecencia de Sánchez en el Congreso llega después del sobresalto tras una entrevista del responsable de Aduanas marroquí, que sugirió que las aduanas de las fronteras de Ceuta y Melilla no podían abrirse por falta de espacio físico.
Pocas horas después reculó y aceptó que es una decisión política que él cumplirá llegado el caso.
La relación de España con Marruecos es la de siempre Marruecos pide y España da a cambio de nada.
Vergüenza de gobierno , y ahora irá al Congreso a nuevamente mentir de sus logros con Marruecos.
Sánchez lo único decente que le queda es reconocer que ha cometido un error y romper toda relación con el vecino narcodictador hasta que no halla reciprocidad en los acuerdos
Podria hablar de las citas para pasaportes en agosto cuando hay disponibles, y de los ciudadanos de Melilla que se van a Málaga o Almeria a hacerse el pasaporte a sus hijos, por falta de planificación un mes antes de las condiciones a exigir una vez fijada fecha para apertura de la frontera, tuvieron un mes haciendo el cuento sin decir que los niiños necesitarian pasaporte y que nos lo sellarian a todos.
Después dicen que lo han hecho bien.
Los ciudadanos de Melilla sufrimos esta mala gestión, pagando de nuestros bolsillos los que pueden el viaje a la peninsula para hacer pasaporte a los niños, y estamos cerca de la fiesta del cordero.
Peor no se puede hacer.
Como siempre mucho " ruido y pocas nueces "
Que pena!!! El caso es no solucionar nada de nada.