La vicepresidenta de la Mesa de la Asamblea considera que el único momento en el que se endureció el debate político fue durante el turno de preguntas de PPL. Con una duración de seis horas, la última sesión plenaria de Control al Gobierno local se convirtió en una de las más largas y sosegadas de los últimos años, hasta el punto de que el debate perdió algo de fuerza con respecto a anteriores sesiones.
La vicepresidenta de la Mesa de la Asamblea, Cristina Rivas, señaló en la jornada de ayer a El Faro que la práctica ausencia de contratiempos durante la sesión del viernes es una buena noticia, aunque se mostró esperanzada de que la próxima, que se celebrará en mayo con el articulado del nuevo Reglamento, tenga un desarrollo más fluido.
No obstante, para Rivas lo más importante es que el diálogo se produzca sin endurecer el tono en ningún momento, algo que, en su opinión, se consiguió en el último Pleno, donde apenas hubo tensión entre el Ejecutivo melillense y los grupos de la oposición. Sin embargo, lamentó la actitud de Populares en Libertad (PPL), a los que consideró autores del único “follón” producido durante la sesión.
En este aspecto, hay que recordar que el portavoz y diputado de dicha formación política, Julio Liarte, realizó varias preguntas que no sentaron bien en la bancada de los populares y que endurecieron el discurso político de ambas partes. Algunas de las cuestiones planteadas por el dirigente de PPL hacían referencia a asuntos familiares del presidente Juan José Imbroda o a las últimas publicaciones de la revista Interviú. El nivel de crispación llegó a tal punto que algunos de los asistentes al Pleno comenzaron a realizar comentarios a viva voz.
Por otro lado, el cambio de rumbo del Grupo Socialista, bajo la batuta de Gregorio Escobar como nuevo portavoz en la Asamblea, dejó sólo a los diputados de PPL como la voz más beligerante contra el Ejecutivo autonómico.
“La situación ha cambiado considerablemente con respecto a la anterior legislatura”, subrayó la vicepresidenta de la Mesa, quien recordó los duros enfrentamientos verbales entre el Grupo Popular, el Socialista y el de Coalición por Melilla (CpM) en los meses anteriores a las elecciones locales de mayo del pasado año.
Por otro lado, Rivas aseguró que con el nuevo Reglamento el desarrollo de estas sesiones será mucho más fluido y accesible para los melillenses que quieran seguir de cerca el debate de la Asamblea. Según recordó, la principal causa de que el Pleno del pasado viernes tuviera una duración tan elevada es que casi todos los grupos hicieron uso de su turno de palabra durante las interpelaciones, lo que provocó que cada de las seis que se plantearon tuviera una duración media de 50 minutos.
“Eso cambiará con el nuevo articulado”, recalcó la vicepresidenta de la Mesa de la Asamblea, “en las interpelaciones sólo podrán participar el grupo que la plantea y el Gobierno melillense para contestarla, por lo que serán mucho más breves”. Algo similar ocurrirá con el turno de preguntas, ya que se concederá un tiempo de tres minutos a cada una de las partes para que lo distribuyan a su gusto hasta que el reloj marque cero. “Es un sistema mucho más próximo al que se utiliza en otras autonomías e incluso en el Parlamento”, afirmó Rivas.
Además, la vicepresidenta subrayó que el turno de preguntas suele ser el más confuso, ya que en muchas ocasiones el debate entre ambas partes deriva tan ostensiblemente que la cuestión planteada al comienzo queda en segundo plano.
“También se eliminará el molesto ‘repregunte’ para que los grupos de la oposición vuelvan a formular una cuestión en base a la primera respuesta del Gobierno. Ahora ambas partes suministrarán sus tiempos como prefieran”, destacó.
Fluidez y claridad
En definitiva, un modelo de funcionamiento que permitirá evitar sesiones tan maratonianas como la del pasado viernes. Según las previsiones de Rivas, el texto, que ahora mismo se encuentra en periodo de exposición pública, verá luz verde de manera definitiva a comienzos del mes de mayo, por lo que el próximo Pleno de Control se celebraría con sus reglas.
Al margen del funcionamiento de los Plenos, hay que recalcar que el cambio de estrategia política de socialistas y cepemistas ha provocado que sus interpelaciones y preguntas se desarrollen con mayor fluidez, sobre todo en lo que respecta al grupo que lidera Mustafa Aberchán, ya que si durante la anterior legislatura fue el más crítico con el Ejecutivo de Juan José Imbroda, desde las elecciones locales del pasado año ha ido acercándose cada vez más a los populares hasta alcanzar un nivel de entendimiento inimaginable hace un año.