La vicepresidenta primera de la Asamblea afirma que el Gobierno local busca diálogo con la oposición y está dispuesto a ver las aportaciones de estos partidos.
Abierto el nuevo curso político, la reforma del Reglamento de la Asamblea (ROA) se configura como uno de los asuntos más importantes en la agenda del Gobierno local, pues en poco tiempo deberá reunirse la Comisión correspondiente para analizar las aportaciones de la oposición al borrador presentado por el Ejecutivo.
En este sentido, la vicepresidenta primera de la Asamblea, Cristina Rivas, comentó ayer en declaraciones a la cadena de radio Cope que el Gobierno local busca un diálogo sin ningún tipo de imposiciones de parte de la oposición y matizó que en principio están dispuestos a oir las sugerencias y aportaciones de estos partidos políticos.
Rivas comentó que el objetivo es buscar el mayor consenso posible en la reforma del ROA, pues pretenden que sea una norma que dure en el tiempo. Hay que recordar que esta es la segunda reforma que se lleva a cabo desde que se aprobó el primer Reglamento en el año 1996.
En cualquier caso, la vicepresidenta recordó que en el actual ROA había algunas lagunas que había que solventar. Así, comentó que la reforma era una ambición del Gobierno local en la anterior legislatura, aunque por diversos motivos no pudo llevarse a cabo.
Pese a ello, “es necesario cambiar algunos artículos”, señaló y adjuntó que muchos de ellos eran “obsoletos o estaban mal perfilados”. Así, confirmó que en los próximos dos meses se tratará esta cuestión con el fin de que en el mes de noviembre pueda ser aprobado. En cualquier caso, es seguro que se hará antes de fin de año.
Asuntos polémicos
Sin duda la mayor polémica por el momento la ha suscitado PPL, pues pretenden presentar su proyecto alternativo de ROA al no estar de acuerdo con la reforma que pretende el Gobierno local.
Pero a ello hay que unir otra polémica, en este caso la generada por uno de los diputados de esa formación, en concreto su portavoz, Julio Liarte, pues pretende que se le dé una remuneración por el cargo que ocupa en la Asamblea, pues es incompatible con su puesto de funcionario, que ha debido dejar en excedencia de momento.
“Liarte debía saber a qué venía a la política”, afirmó Rivas con relación a este asunto y matizó que el ROA no afirma categóricamente que los diputados deban ser remunerados.
Junto a ello, otro asunto es el relativo al posible sueldo de la vicepresidenta segunda de la Asamblea. Sobre ello comentó que aunque hubo un período en el que se dio un sueldo a la persona que ocupó el cargo, no es obligado en función del ROA, con lo cual no se plantea hacerlo en esta legislatura.
Rivas recordó que también hay asuntos polémicos como por ejemplo todo lo relativo a los Plenos de Control, en particular el tiempo que tiene cada diputado para realizar sus preguntas e interpelaciones, pues siempre ha generado problemas.