La publicación ayer del decreto que convoca las elecciones de mayo próximo marcó el pistoletazo de salida de una campaña electoral que ya vaticinamos tensa pero que también promete informarnos de asuntos que hasta ahora apenas se conocían. Uno de ellos, lo comentó ayer el presidente Imbroda en el mitin del Partido Popular en Melilla con Arenas como principal invitado.
Según dijo la primera autoridad local en una comparativa entre los gastos de su Gobierno y los de otros Ejecutivos locales que lo antecedieron, en esta ciudad se ha llegado a pagar por el metro cuadrado del telar que reproduce nuestra insignia nacional, nada más y nada menos que 2.600.000 pesetas. La referencia a la antigua moneda no es un error. Imbroda hablaba de una época en la que el euro aún no se había incorporado a nuestro sistema monetario. Su afán por sacar a relucir el impactante dato radica en su interés por echar abajo las críticas de quienes tachan su actual Gobierno de despilfarrador.
Según el presidente, eran tiempos en los que el metro cuadrado de suelo se cotizaba a 180.000 pesetas en esta ciudad. La bandera de la que habló Imbroda no se compró de una pieza, se dividió en muchas banderitas que, en conjunto, hasta formar el caro metro cuadrado, acabaron costando la friolera de más de dos millones y medio de pesetas. Imbroda no facilitó más datos pero debería darlos en beneficio de la información que merecemos los ciudadanos.