Caballas y melillenses jugaron un partido con demasiado respeto.
Al descanso se llegó con empate en el electrónico a un gol, marcando ambos equipos en el último minuto
Nabil fue el autor de los dos goles de la escuadra que entrena Yunes Domínguez
El primer día de competición se cerró con un reparto de puntos entre el conjunto anfitrión y la escuadra de la ciudad hermana de Ceuta, en un choque que finalizó con un resultado de 2-2. El partido comenzó con dos ocasiones para los melillenses tras recibir Yunes dos balones filtrados al corazón del área que no pudo materializar en gol. A partir de ese momento se vio demasiado respeto entre ambas escuadras, no queriendo ninguna de ellas cometer un error que le pudiera costar encajar un gol, esperando los caballas en media pista a una escuadra rojinegra a la que le costaba encontrar fisuras en el entramado defensivo de un rival que buscaba matar a la contra. Fueron pasando los minutos sin que se moviera el marcador hasta que, llegados al último minuto de la primera parte y tras un robo de balón de Hamete, consiguiera enviar una perfecta asistencia a Nabil para que este abriera la lata y subiera el 1-0 al electrónico ante el júbilo de la parroquia local. Sin embargo, la alegría duró escasos segundos, puesto que Smail se inventó una gran asistencia al segundo palo para que Alamillos consiguiera marcar el 1-1 con el que finalizó este primer acto. A la vuelta de los vestuarios el partido fue más abierto, tomando en un primer momento las riendas el conjunto de Yunes Domínguez que se topó con un más que acertado cancerbero caballa que desesperaba a los jugadores locales. De esta manera se llegó a los últimos cinco minutos de partido, y cuando eran tan solo tres y medio los que restaban para el final, Nabil recuperó un balón en el lateral del área rival y soltó un zapatazo que se coló irremisiblemente en la meta caballa (2-1). La victoria parecía asegurada, pero el equipo de Ceuta aprovechó una indecisión defensiva de los locales para, por mediación de Smail, y tan solo un minuto más tarde, establecer nuevamente el empate (2-2) con el que se llegó al final del encuentro.