Los presos del Centro Penitenciario de Melilla vivieron ayer uno de los días más emotivos de la Navidad. Los Reyes Magos visitaron esta institución y con ellos llegaron los hijos de los reclusos. Los pequeños pudieron pasar unas horas con sus padres y compartir la ilusión de abrir regalos. Los juguetes fueron donados por la Cofradía del Cautivo y la Ciudad.