La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denunció ayer la escasez de efectivos de la Benemérita para vigilar el perímetro fronterizo de Melilla. En principio, el reclamo podría plantearnos ciertas dudas porque las autoridades han anunciado, en más de una ocasión, la llegada de refuerzos. Sabemos que han traído agentes de élite del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) procedentes de Valencia y otros 18 policías nacionales en prácticas, presentados esta misma semana.
Sin embargo, lo que al parecer se nos escapa es que agosto es un mes de vacaciones... también para los guardias civiles. AUGC denuncia que los efectivos que están llegando a Melilla vienen a suplir las bajas de verano. En ese caso no estaríamos hablando de refuerzos, sino de sustituciones. Ni es lo mismo, ni se parecen. Directamente son antónimos.
Es por eso que la falta de medios preocupa. La presión migratoria, de momento, no ha puesto un punto final. Puede que Marruecos haya hecho redadas en el Gurugú, como denuncia la ONG Prodein, y que los asaltos a la valla se reduzcan durante unos días, (mientras los inmigrantes se recuperan de las heridas), pero la desesperación de las personas que están del otro lado de la doble alambrada no se ha acabado.
Por delante nos queda todo agosto, el fin del Ramadán, la fase de retorno de la Operación Paso del Estrecho, la Feria y la Operación Feriante.
¿Estamos preparados para afrontarlo? Probablemente nos dirán que sí y estaríamos encantados de que así fuese, porque de lo contrario estaríamos poniendo en peligro a los guardias civiles que no se han tomado vacaciones este mes.
Sería además una pena, haber desaprovechado la visita del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, para pedirle refuerzos reales.
Ayer mismo la Unión Federal de Policía denunciaba dos incidentes que deberían preocuparnos a todos los conductores de la ciudad. Dos furgonetas robadas se saltaron la vigilancia fronteriza y pasaron pisando el acelerador a Marruecos. Es la misma historia de los kamikazes que intentaban entrar en Melilla, pero ahora le han dado la vuelta a la tortilla.
También alertan desde UFP que los niños que quieren entrar en la ciudad con la idea de viajar a la península como polizones aprovechan cualquier despiste de los policías de Beni Enzar para entrar a la carrera. Ya no sabemos si tenemos una pista de atletismo o un circuito de Fórmula 1.
La pregunta es obvia, ¿por qué se despistan los policías? Pues porque están asados de calor, a la intemperie y controlando las largas colas de siempre.
La solución pasa por que lleguen refuerzos reales. Sólo así podremos tener un agosto tranquilo para todos.