Recuerda que su Gobierno ha tomado la decisión de presentarla como proyecto de ley y que por tanto debe pasar por Cortes donde se pueden presentar enmiendas.
El diputado nacional por Melilla, Antonio Gutiérrez, afirmó ayer que el PSOE se “precipita” en su anuncio de llevar la reforma laboral al Tribunal Constitucional si no se corrigen algunos aspectos que desde el punto de vista socialista califican de “inconstitucionales”.
En declaraciones a El Faro, Gutiérrez apuntó que el decreto ley de la reforma laboral se va a presentar mediante trámite parlamentario como proyecto de ley, y que por tanto, los grupos políticos tendrán allí la oportunidad de presentar cuantas enmiendas consideren.
“Si yo fuera el PSOE esperaría a que el trámite parlamentario se hubiera agotado y ver cómo sale definitivamente de las Cortes la reforma laboral”, matizó.
En este sentido recordó “que cuando los decretos se transforman en proyectos de ley, cuando llegan al Parlamento, “pues sufren modificaciones enriquecidas con las aportaciones de los demás grupos”.
Y a pesar de que asegura que el PSOE está “en su pleno derecho” de llevar la reforma laboral ante el Constitucional, como en su día realizó el PP con alguna de las decisiones del Gobierno socialista, insiste en que es una decisión precipitada “porque se va a acreditar como proyecto de ley y eso significa que pueden intervenir todos los grupos políticos parlamentarios presentando enmiendas”.
Para el diputado nacional, el hecho ya de presentar un recurso de inconstitucionalidad previo a los trámites parlamentarios, denota, a su criterio “una actitud parlamentaria que parece que no va a ser constructiva”.
Por otra parte, y tratando de encontrar una explicación al anuncio realizado por el PSOE durante la jornada de ayer, Gutiérrez indicó que sólo lo justificaría “si el Gobierno no fuera a someter en las Cortes el decreto como proyecto de ley. A lo mejor, durante este trámite parlamentario, se acepta al PSOE o a otro grupo alguna de las enmiendas sobre lo que ellos consideran anticonstitucional”, matizó.
Sin embargo, también defendió que “la izquierda no es monopolizadora de la verdad absoluta en nada y me temo que al PSOE, todo lo que no sea someterse a sus designios y arbitrios, no les parece bien”.
El diputado popular censuró igualmente la postura de los socialistas al ir en contra de sus postulados, pues tal y como dijo, “este partido siempre ha abogado porque el Parlamento sea el centro de la vida política”.
Pero a pesar de todo, Gutiérrez defendió la reforma laboral y dijo que “el Gobierno no se va a volver loco haciendo una cosa que es inconstitucional, sabiendo además que un fallo contrario del Tribunal Constitucional estigmatiza ya para siempre al Ejecutivo que lo pronuncie”. Por ello, sentenció que en la reforma no cabe la posibilidad de que exista algún aspecto que pueda considerarse como inconstitucional.
Una reforma laboral abierta a cambios
“Esta reforma está abierta a cambios”, puntualizó el diputado nacional por Melilla, quien sin embargo señaló que “el decreto va a ser aprobado como está porque el PP tiene la mayoría absoluta”.
Pero a pesar de todo, también comentó que “el Gobierno tiene la opción y así lo ha anunciado ya, de someter ese decreto a trámite parlamentario al considerar que se tiene que tramitar como proyecto de ley”. Así, según explicó, “se abre un plazo para enmendar esas enmiendas y luego estará la capacidad, la calidad y el consenso parlamentario al que se llegue para que el grupo mayoritario acepte o no las enmiendas de los demás grupos políticos”.
Ante la decisión que adopte el Ejecutivo, es decir, si no las acepta, “el decreto sale del Parlamento sin ninguna modificación –indicó Gutiérrez–, y en ese caso hablaríamos de que la reforma laboral está cerrada desde el momento en que no se admite ninguna enmienda”. Sin embargo, también dijo que se puede dar el caso contrario, de que sí se admitan, bien sea una parte “o se llegue a un consenso mayoritario sobre determinados artículos.
“Como proyecto de ley todos los grupos tiene capacidad de presentar enmiendas –refirió–. Otra cosa es que se admitan o no por el grupo mayoritario”.