Cinco recortadores del grupo Arte y emoción hicieron vibrar ayer al público de la plaza de toros melillense. Vienen de triunfar en Las Fallas de Valencia y en las ferias de San Sebastián y Logroño.
Cinco recortadores cerraron ayer los festejos taurinos de Melilla. Los artistas del toreo se hicieron esperar, pero cuando salieron al ruedo y empezaron a hacer de las suyas arrancaron aplausos a los cerca de medio millar de asistentes a la plaza de toros de Melilla.
Con medias rosa y zapatillas deportivas, los recortadores del grupo Arte y emoción saltaron sobre un toro que no estuvo muy fino pero que les obligó a esquivarlo más de una vez.
De los cinco, fue Panchito, el triunfador de la Feria de Valencia, de la de San Sebastián y la de Logroño el que primero se echó al público en el bolsillo. De hecho, el Grupo Costaleros de Melilla, que estaba entre el público, le regaló un pañuelo al finalizar la faena.
También Juanan, finalista de la Feria de Valencia 2012 o Fran Mesas, campeón de Albacete se hicieron notar en la plaza.
Destacaron también sus compañeros Roberto Alegre “por su raza y personalidad” y Cristo “siempre marcando la diferencia”. Así les presentaron por megafonía en el coso melillense.
Pero lo que de verdad animó al público fue la sorpresa que los cinco recortadores tenían preparada para los más pequeños de la plaza de Melilla.
Para sorpresa de los padres, tras terminar su espectáculo, pidieron por megafonía que bajaran a la arena los niños menores de nueve años. Un rumor recorrió el coso. “Anda que voy a dejar yo a mi hijo frente a un toro”, se escuchó decir a una señora. “Tú no vas”, dijo otra a su hijo. Pero conforme fueron bajando los niños y se formó una largar fila, los padres fueron cediendo y dejaron que sus pequeños sintieran lo que significa estar solos ante el peligro.
Para tranquilidad de todos, de los toriles salió uno de los recortadores con un falso toro en mano y cada uno de los chavales tuvo la oportunidad de “recortar”, pegarse una buena carrera e incluso huir.
Por primera vez
El espectáculo de los recortadores era una novedad para muchos asistentes a la plaza. Antonio Palma Parras es de Melilla y vio ayer por primera vez los quiebros y saltos en el coso de su ciudad. “Ya los he visto en la península y quería verlos aquí. Venimos porque nos gusta la fiesta nacional. Hoy no hay mucha gente en la plaza porque esto sólo se llena cuando hay toros”, explicó.
Más o menos como Francisco, otro aficionado melillense: “Vengo todos los años, pero nunca había visto este espectáculo de saltos y quiebros”, dijo. También se estrenaba en la plaza de toros de Melilla Sergio Brecia, que a sus 20 años nunca había visto algo similar. “Vengo a divertirme y porque me han regalado la entrada”.
Ninguno quedó defraudado con la actuación de los cinco recortadores de lujo que pisaron ayer la arena del coso melillense. La ciudad despide así, hasta el próximo año, sus festejos taurinos.