Los sindicatos piden a las autoridades sanitarias que se mantenga el empleo de los sanitarios que han sido contratados para paliar las necesidades de personal durante la crisis de COVID-19.
Con el explosión de la pandemia de coronavirus se vio la debilidad del sistema sanitario, tanto en Melilla como en el resto de España, para hacer frente a una epidemia de estas características.
Los sanitarios han sido la primera muralla con la que hemos contado para protegernos de una enfermedad que ha segado miles de vidas y debemos tomar nota de lo sucedido. Es cierto que la gestión sanitaria y la hospitalaria tienen sus ratios establecidos. Cálculos que indican cuales son los recursos óptimos necesarios para atender una determinada cantidad de población y está estudiado que más cantidad de servicio no repercute necesariamente en una mejor calidad. Pero la pandemia de coronavirus ha hecho saltar por los aires todos los estudios y previsiones anteriores.
No podemos correr el riesgo de volver a encontrarnos desarmados ante un rebrote del virus y las autoridades sanitarias deben tener en cuenta que el escenario actual se escapa a todo lo que habíamos conocido.
Además, es de justicia reconocer el trabajo de los profesionales que han arriesgado su propia salud para cuidar del resto de los ciudadanos y recompensarlo con algo más que aplausos desde los balcones.