Este martes 23 de mayo tendrá lugar, en el auditorio del Conservatorio Profesional de Música de Melilla a las 18:00 horas, un recital del violín con motivo del fin de curso del centro.
Este concierto correrá a cargo del violinista Mauro Fernández Huici, recién graduado en el conservatorio de la ciudad.
Mauro Fernández Huici comienza su andadura con el violín de la mano de su padre, Mario Fernández, violinista de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Melilla, a la edad de 3 años. Nacido en la Habana, Cuba, y establecido en Melilla desde muy pequeño, pasa a formar parte de la clase del profesor Joaquín Aliseda en la Escuela de Música "Paula Guillén" y posteriormente ingresa al Conservatorio Profesional de Música de Melilla bajo la tutela de la profesora Alina Martínez Quiñones.
Actualmente termina sus estudios de segundo de bachillerato y los de fin de estudios profesionales de música. En su recital estará acompañado al piano por Silvia Fernández San Andrés y contará con la intervención de Mario Fernández San Andrés.
El programa de este recital constará de dos piezas de música clásica, la primera será la 'Partita Nº 2 en re menor BWV 1004. J. S. Bach Allemanda-Courante', escrita sólo para violín, entre 1717 y 1723, es una de las obras emblemáticas para el instrumento. Compuesta por una suite de danzas, la alternancia de carácter entre estas y el trabajo polifónico, convierten su interpretación en un reto para cualquier intérprete.
La otra obra que se representará será el 'Concierto en Sol Mayor Nº 4. F. J. Haydn I mov-Allegro'. Esta pieza, junto al Do M son de los dos más interpretados del compositor. Se publicó en el siglo XX y por su belleza y escritura está considerado un concierto de relevancia para el instrumento.
Así, este recital que pondrá el broche final al curso en el Conservatorio Profesional de Música de Melilla contará también con la presencia de la profesora Alina Martínez Quiñones.
Mauro, le viene la música desde los abuelos, seguido por su padre y tía. Su abuela fue una gran cantante Lírica.
Es maravilloso para mi, habiendo sido compañera de su abuela Lourdes San Andrés desde niña en la danza, y en el trabajo, ver a su nieto interpretar estas obras. Felicidades a Mauro y a la familia,, sé lo merecen por ser tan buenas personas. Admiración profunda para ellos.
Viva Mauro