Pese a que el Gobierno central es consciente de las muchas expectativas que había y hay puestas en la puesta en funcionamiento de las aduanas de Melilla y Ceuta, este viernes optó por la discreción para hacer la primera prueba piloto que, en el caso de nuestra ciudad, se sabía que podía ser superada sin ningún problema porque tenemos la experiencia de otros 36.000 despachos aduaneros realizados en los últimos años, hasta que el 1 de agosto de 2018 Marruecos cortó unilateralmente la exportación de mercancías procedentes de nuestra ciudad.
Todo ha ido bien en la prueba de reapertura de la aduana de Melilla y la Delegación del Gobierno ha hecho pública su satisfacción ante este "primer paso". Además, ha adelantado que los detalles que haya que limar se abordarán en la Reunión de Alto Nivel que se celebrará la semana que viene en Rabat, los días 1 y 2 de febrero.
En principio, este viernes solo ha salido de Melilla una furgoneta cargada de aluminio y sabemos que está en la cola una empresa de cosmética y cremas que ha sido la primera en cruzar la aduana de Ceuta, aunque con más contratiempos que el trámite realizado en Beni Enzar.
Este es sin duda, un día histórico porque nuestra ciudad recupera el derecho, como territorio español y europeo, a exportar a Marruecos, después de 4,5 años de bloqueo injustificado.
Para las empresas de Melilla, la reapertura de la aduana es un balón de oxígeno que se notará inmediatamente en sus cuentas, si el tráfico de mercancías consigue funcionar de manera fluida y más organizada que el de personas.
Para los melillenses, la reapertura de la aduana acarrea más dudas que certezas porque si ya tenemos colas monumentales solo con el trasiego de turistas de un lugar a otro, es normal que exista temor si vamos a incorporar mercancías a la cola, aunque en principio la idea es que los controles sanitarios se realicen en las instalaciones portuarias.
Nos ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí, pero la reapertura de la aduana, es sin dudas, una victoria de la diplomacia española y un paso de avance en la recuperación de las relaciones entre España y Marruecos que no dependen única y exclusivamente de España y Marruecos sino, como apuntó el ex ministro José Bono, depende además de la buena sintonía entre Rabat y la Unión Europea, que en estos momentos atraviesa turbulencias.