La consejera de Política Social y Salud Pública, Randa Mohamed, ha confirmado este miércoles que los menores acogidos en el centro de protección de La Purísima recibieron una paga de 10 euros coincidiendo con el final del Ramadán, una práctica habitual en años anteriores pero que este 2025 se ha visto envuelta en polémica tras los disturbios registrados el pasado viernes en las instalaciones.
Los hechos ocurrieron el 29 de marzo, cuando un grupo numeroso de menores internos protagonizó un motín, durante el cual exigieron el abono de esa paga simbólica. Según denunciaron sindicatos como el CSIF, los altercados dejaron varios heridos entre los trabajadores y obligaron a intervenir a la Guardia Civil.
En respuesta a estas informaciones, Mohamed aclaró que sí se entregó esa cantidad de dinero, pero desvinculó la decisión de cualquier presión ejercida por los menores. “Tengo constancia de que se les ha dado los 10 euros a los menores”, afirmó. Aun así, indicó que se trató de una medida adoptada por los técnicos del área social, no de una resolución directa desde la cúpula de la Consejería. “Realmente es una decisión técnica, que ha tenido el equipo técnico de la Consejería junto con la Dirección General”, especificó.
La consejera también matizó que tuvo conocimiento del pago a posteriori y que ha solicitado los informes internos para conocer en detalle cómo y por qué se autorizó la entrega del dinero. “La información que tengo viene siendo un poco contradictoria”, añadió, lo que ha motivado la apertura de una investigación oficial para esclarecer lo ocurrido y determinar las responsabilidades correspondientes.
Uno de los puntos que se investiga es si los 10 euros fueron entregados a la totalidad de los menores o únicamente a aquellos que no participaron en el altercado. “Hay que esclarecer si se le ha dado el dinero a todos los niños, o solamente a los que no han intervenido en la reyerta”, señaló Mohamed, preocupada también por el mensaje que puede implicar esta actuación. “No se puede permitir incentivar un comportamiento violento por parte de los menores”, zanjó.
En cuanto a la tradición de esta gratificación, la consejera indicó que tiene constancia de que “siempre se les ha dado los 10 euros pascua tras pascua”, tanto para la Pascua del Ramadán como para la Pascua Grande, por lo que la entrega de este año no representa una anomalía en sí misma. No obstante, explicó que en esta ocasión la gestión del pago ha sido más compleja debido a cambios en el modelo de gestión del centro, ahora bajo la empresa pública Tragsatec.
Según señaló, Tragsatec no puede manejar dinero en efectivo, lo que llevó a considerar alternativas como la compra de regalos en lugar de la entrega directa de dinero. “Se me ha explicado que, al ser una empresa pública, no puede manejar dinero en efectivo, porque eso no es una manera de justificar el dinero que se le vaya a dar a los niños”, detalló. Pese a ello, se optó finalmente por entregar la cuantía, en una decisión que está siendo ahora revisada.
En paralelo, el sindicato CGT ha exigido la dimisión de la consejera, al entender que aceptar la demanda de los menores después de un acto violento representa una cesión inaceptable. Mohamed, sin embargo, ha respondido que no se planteará ninguna medida hasta que finalice la investigación. “Vamos a esclarecer lo ocurrido primero y a tomar las decisiones oportunas cuando llegue el momento”, aseguró.
Mientras tanto, el centro de La Purísima sigue operando con normalidad, aunque bajo una vigilancia reforzada, mientras se intenta restaurar la convivencia y la confianza en un entorno especialmente delicado. La investigación en curso busca aclarar si existió algún fallo en la cadena de mando y qué medidas deben tomarse para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.