Rajoy está llamado a ser el próximo presidente de la Nación. Una ventaja para Melilla porque se trata del político nacional con posibilidades de formar Gobierno en España que más ha visitado nuestra ciudad, que mejor conoce nuestra realidad y que más sabe de nuestros problemas y aspiraciones.
Ayer se comprometió en firme con los melillenses. Lo que sin ser nuevo sí es importante, porque se aproxima más a la hora de la verdad, al momento de demostrar que sus palabras no son hueras y que lo suyo no es mera pose electoral.
Rajoy enumeró con sentido y acierto qué es lo que más nos preocupa, más allá del paro que, junto al resto de España, es hoy por hoy el principal problema de los melillenses y del conjunto de españoles. “España –como dijo Rajoy- está parada” y en la falta de empleo se frustran los proyectos de vida y aumenta la precariedad en el empleo que es otra forma también de frustrar el presente y el futuro de los ciudadanos.
En el punto al que hemos llegado, con unos índices económicos tan catastróficos, no es ni puede ser consuelo para los melillenses que nuestra ciudad ya no sea la que más paro acumule de todo el país. Al contrario, resulta más alarmante nuestro caso por endémico y crónico.
En Melilla, el 22-M es tan crucial como todas las elecciones locales, pero en el conjunto de España lo es también más que nunca, porque inevitablemente estas próximas elecciones van a constituir un plebiscito definitivo para el Gobierno central socialista y su presidente Rodríguez Zapatero.