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Un vendedor se lamenta de que baja el precio si el pescado no es del día y hay veces que tiene que tirarlo
“¿Quién me va a pagar las pérdidas? Si seguimos así, estamos arruinados”. Con estas palabras se refirió ayer El Houciene Said, que actuó como portavoz de los puestos de pescado del Mercado Central, al descenso en los ingresos que según denuncian están sufriendo en las últimas semanas debido a los cierres en los pasos fronterizos, que provocan que la mercancía entre tarde en las zonas de abastos.
“Me he levantado a las tres de la mañana para ir a la lonja. He comprado el pescado y he venido a cruzar la frontera y me he encontrado con Barrio Chino y Beni Enzar cerrados. He tenido que entrar por Farhana”, explica a El Faro.
“La gente se va”
“Hemos llegado a las 12:40 con el pescado. ¿A quién se lo vamos a vender a esa hora? El mercado está vacío. La gente viene y pregunta y como todavía no ha entrado, se va”, lamenta el vendedor.
“Perdemos dinero si el pescado no lo vendemos el mismo día porque hay que bajarle el precio. Y a veces está podrido y hay que tirarlo a la basura”, indica. Añade que, en la frontera, intenta que los agentes entiendan que ellos no pueden esperar tanto tiempo porque su mercancía debe estar temprano en los mercados pero asegura que no les respetan. “Explico mi situación y me dicen que no les importa. Que haga cola como los demás”, afirma.
Dice que llevan arrastrando ese problema desde hace un mes aunque se ha agravado desde la semana pasada. “Que dejen una puerta para la gente que tiene permiso de trabajo y que dejen otra para los contrabandistas”, reclama.
Corte de los accesos
El Houciene Said detalla que cuando hay mucha gente en los pasos fronterizos cortan el acceso “y ya no entra nadie, ni con permiso ni nada”. “Abren y cierran cuando quieren. Otras mañanas no abren hasta tarde”, señala.
Por su parte, Mimon, vendedor de pescado en el Mercado del Real, también se queja del colapso en la frontera. Explica que ayer estuvo esperando desde las siete de la mañana para entrar y no logró llegar con la mercancía hasta cerca de la una del mediodía. Apunta que la falta de policías podría estar detrás de los cierres en los pasos.
Para Housseni, uno de sus compañeros en el Real, los atascos en la frontera pueden venir porque hay mucho contrabando. Por ello, reclama también que se habilite un carril para que los que transportan este tipo de mercancías puedan acceder más rápido. “Tiene que ser fresco. Le cambia el color. Si es pescado del día anterior, la gente no lo quiere”, asegura. “Ha llegado hoy a las 12:30. Casi todo hay que guardarlo en las cámaras”, añade. “Es una ruina. Estamos perdidos si el pescado llega tarde porque no se vende”, apunta otro de sus compañeros.